Las desafortunadas declaraciones de Pablo Casado contra el catalán en la escuela han llegado al Tribunal Supremo (TS). Esta semana, un grupo de juristas ha presentado el documento por lo que dijo el líder del PP en un acto el pasado diciembre: «En Catalunya hay profesores con instrucciones de no soltar en el baño a los niños que hablan castellano».
El abogado Josep Rossell, de Vic, y Lluís Gibert, de Reus, son los impulsores y portavoces de esta querella, que está a la espera de admitirse a trámite. En declaraciones a NaciónDigital, Rossell apunta que se fundamenta en el artículo 510 del Código Penal por incitar al odio y la discriminación contra un grupo por motivos ideológicos. En ese caso, «contra una minoría nacional».
Por su parte, Gibert señala a Reusdigital.cat que el objetivo es «poner a prueba» la justicia del estado. Rossell y Gibert impulsaron la querella porque así se lo pidieron unos clientes.
Además, han terminado compartido un número de cuenta corriente en las redes sociales para que mucha gente quiere colaborar.
Aunque Rossell y Gibert son los firmados de las acciones penales, el abogado de Vic remarca que detrás está un equipo «transversal», formado sobre todo por «mujeres juristas».
Un plan B por si no se admite en el TS
Rossell apunta que un gran paso sería que el TS trasladase la querella a la Fiscalía de delitos de odio y discriminación. En cualquier caso, «si el Supremo no quiere investigar los hechos, ya encontraremos otra manera», adelanta el abogado. En este sentido, apunta que la querella está pensada sobre todo para «escalar al exterior», en caso de que se tumbe en el TS.
En este sentido se pronuncia Gibert, destacando que la querella está «pensada» para que pueda tener un «doble recorrido«. De este modo, y si el TS no lo admite a trámite, «existe la vía internacional».
Por otro lado, Rossell también apunta que este grupo está estudiando emprender alguna acción legal contra elexcomisario Villarejo por las declaraciones sobre el 17-A. Sin embargo, la idea todavía es muy embrionaria.