La Generalidad de Cataluña destinará 10,7 millones de euros en un plan de choque para controlar la superpoblación de jabalíes y reducir los daños que causa la especie. Más allá de la cacería, también se impulsarán nuevas medidas como la creación de la figura del «cazador expertoy se evitará que los jabalíes puedan acceder con facilidad al alimento (tanto en cultivos como en zonas urbanas).
Este plan quiere dar una respuesta «rápida y eficaz» a los problemas que generan los jabalíes y reducir su población a lo largo de los próximos tres años. La directora general de Ecosistemas Forestales y Gestión del Medio, Anna Sanitjas, ha reconocido que a pesar de todos los esfuerzos realizados hasta ahora «aún queda mucho trabajo por hacer». Por esta razón, éste plan específicoaparte de «consolidar» aquellas acciones que se han revelado efectivas -como el control cinegético– también desplegará nuevas líneas de trabajo complementarias.
La población de este animal se ha triplicado en los últimos diez años y la mayoría -hasta dos terceras partes- se ubican en las comarcas gerundenses. Actualmente, se calcula que en todo el país hay unos 200.000 ejemplares y que, en algunas partes del territorio, la densidad de la especie llega a ser de hasta quince ejemplares por kilómetro cuadrado.
Durante la temporada de cacería pasada se abatieron unos 70.000, a los que hay que sumar otros 3.000 que mueren anualmente por accidentes de tráfico, falta de alimentos o enfermedades. En este sentido, cabe recordar que este crecimiento poblacional provoca cuantiosas pérdidas económicas a la agricultura, derivan en riesgos sanitarios y amenaza la biodiversidad (peste porcina africana).
Resultados insatisfactorios
La directora de los servicios territoriales de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural, Isabel Sánchez, ha reivindicado que en los últimos años el Departamento ha trabajado en colaboración con los campesinos, cazadores y los ayuntamientos; pero admite que «los resultados no son los deseables«.
Para reducir la superpoblación, Sanitjas subraya que «la herramienta que se ha demostrado más eficaz es la caza», aunque también admite que cada vez quedan menos cazadores (en promedio, se pierden 2.300 por temporada) y que más de la mitad, son jubilados. En esta línea, el plan quiere priorizar estrategias que combinen elaumento de capturas -incentivando también el consumo de carne de caza- con actuaciones para proteger los cultivos, declarar la emergencia cinegética «en zonas críticas» e impedir que los jabalíes accedan al alimento.
«Demasiado a menudo, cuando se habla de jabalíes sólo se hace referencia a cacería; pero para controlar la especie, es necesario actuar con una visión global«, ha subrayado. En este sentido, el plan de choque de la Generalitat incluye diecisiete líneas de trabajo que se estructuran en torno a cinco ejes: marco normativo, equilibrio de poblaciones, daños agrícolas, zonas urbanas y gobernanza. El mayor avance legislativo que recoge será la nueva Ley de Caza (la actual es española y data de los años 70), que el Gobierno quiere llevar al Parlamento el próximo año.
El cazador experto
En cuanto a capturas, la directora general ha subrayado que se va a crear una figura «estratégica»: la del cazador experto. Se quiere implantar este mismo 2022. Serán cazadores que podrán realizar actuaciones específicas que comporten un cierto riesgo, requieran más experiencia o se sitúen en zonas complejas.
En paralelo, la Generalitat también mejorará la seguridad de las redadas. Se creará una aplicación que informará sobre el día y hora en que se lleven a cabo (hay que tener en cuenta que, en un solo fin de semana, se pueden realizar hasta 500).
El soporte clave de los Ayuntamientos
Sin embargo, una de las otras líneas que incluye el plan de choque es el apoyo a los ayuntamientos para que redacten planes directores, que concreten cómo actuar en caso de que los jabalíes se acerquen a zonas urbanas. Y en paralelo, también se harán campañas de sensibilización a la ciudadanía, porque aunque está prohibido darles de comer, la directora general admite que «todavía hay gente que lo hace».
Dentro de este eje, la Generalitat también impulsará ayudas económicas a los ayuntamientos para controlar las poblaciones de la especie (a menudo, con métodos distintos o complementarios a la caza) y llevar a cabo actuaciones para reducir los accidentes que puedan provocar los jabalíes.
Por último, en el ámbito de la gobernanza, este plan específico impulsará tablas de cogestión para controlar los daños que hacen los jabalíes. Entre otros, tendrán presencia ecologistas, cazadores, campesinos, científicos y representantes de la Generalitat. «El objetivo es actuar de forma consensuada las medidas que permitan prevenir o detener los daños», ha dicho Anna Sanitjas.
La directora general ha explicado que el plan de choque también tiene en cuenta los métodos anticonceptivos para frenar la superpoblación de jabalí. De todas formas, ha admitido que hay que esperar todavía entre cuatro y cinco años para obtener «resultados firmes» y que, sobre todo, son efectivos en «poblaciones cerradas» de jabalí (y no en aquellas dispersas por el medio natural).
«En definitiva, de lo que se trata es de poner en marcha una batería de acciones para controlar las poblaciones de jabalí», ha afirmado la directora general. «Y en paralelo a incrementar sus capturas, poner barreras para que accedan al alimento y controlar sus habitados para evitar que la especie tenga zonas refugio», concluyó.