Viajaba a Bruselas y cuando se dispuso a pasar por los controles de seguridad de el Aeropuerto de El Prat vivió una experiencia, al menos, que sorprende. Ya había dejado sus objetos personales en la cinta, pasó por debajo del arco de seguridad, pero el personal de seguridad le detuvo al ver que llevaba algo debajo de la ropa. El hombre explicó que se trataba de una bolsa cosechadora fecal debido a un cáncer de colon.
El pasajero explica que el vigilante le trató de forma despectiva y le exigía que hablara en castellano. El hombre respondió que prefería el catalán porque no entendía bien el castellano y el vigilante requirió la presencia de la Guardia Civil. «Esto es España y se habla en español«, le dijeron. Por último, y ante la insistencia, el hombre les mostró la bolsa fecal delante de todos los demás pasajeros que hacían cola.
Sin embargo, los agentes le llevaron a una sala donde le impusieron dos denuncias: alteración de orden público y negación a colaborar con la policía. Además, le volvieron a ordenar que se desnudara de cintura hacia arriba para mostrar el bolso y le revisaron de nuevo el equipaje. Una vez dentro del avión, un guardia civil fue a buscarle para decirle que no podía volar a causa de las denuncias.
La Audiencia de Barcelona ve indicios de tratamiento abusivo y humillante y llevará a juicio a los dos guardias civiles. Los magistrados consideran curioso que los agentes no hablen catalán, pero sí francés o inglés, lenguas no oficiales en el Estado. La decisión se ha tomado después de que el pasajero recorriera la decisión de una juez de archivar la causa.