El consejero de Salud, Josep Maria Argimon, pronosticó este viernes por la mañana en una entrevista en RAC1 que cuando pase la sexta ola y siempre que no aparezca una nueva variante como el ómicron, se producirá un cambio de enfoque de los casos denominado «vigilancia epidemiológica reforzada», que consistirá en «recoger muestras de distintos puntos de Catalunya, con unas 500.000 o 600.000 personas, para ver cuáles son los virus que están circulando».
Este cambio llegaría «a finales de marzo» y consistiría en una desaparición de las cuarentenas obligatorias y de los tests para todas las personas con síntomas de Covid. Eso sí, continuaría la recomendación de quedarse en casa para quien se encuentre mal, para evitar contagiar el virus. «Si sabes que eres positivo, procura aislarte, pero sin esa parafernalia que hacemos ahora», ha resumido. Se dejaría, por tanto, la gestión de los casos en los pacientes, a la manera de lo que se hacía antes de la pandemia con la gripe.
Sobre el estado actual de la pandemia, Argimon ha destacado que todavía queda un «invierno duro». Aún así, se mostró «optimista» porque desde hace tres días se ha frenado el aumento de pacientes que ingresan en las UCI por Covid y la tendencia en los contagios parece en «desaceleración», si bien se ha mostrado «cauteloso» por las «giragonas» de la Covid en el pasado.
El optimismo del conseller viene, según ha dicho, de la elevada tasa de vacunación en Cataluña y debido a que 800.000 personas se hayan infectado en el último mes, la mayoría de forma leve. «Que haya tantos infectados no es tan mala noticia, porque la mayoría lo han pasado de forma leve, y de esta forma se está desarrollando la inmunidad», argumentó.
La sexta ola, según Argimon, tuvo dos etapas, la primera con la variante delta a principios de noviembre, y una segunda fase más explosiva después, con el ómicron, en diciembre. «No habríamos cambiado las restricciones si hubiéramos sabido el comportamiento del virus», reconoció.
Pese al alto nivel de contagios, la gravedad de esta sexta ola es menor, según Argimon, porque ahora de cada millar de infectados un 0,6% termina en las UCI, mientras que en anteriores oleadas este porcentaje alcanzaba el 4% . En cuanto a las hospitalizaciones, con 2.703 pacientes ingresados ahora, ha matizado el dato porque «hay gente ingresada con Covid, pero no por Covid», ya que cuando ingresa algún paciente, se le hace una prueba del coronavirus, pero el virus puede que no sea el motivo de el ingreso.
La vacunación ha sido clave para evitar acabar en el hospital, y en este sentido, ha remarcado la importancia de recibir la tercera dosis, que ha reconocido que «está costando más que las anteriores». No será necesaria una cuarta dosis, según Argimon, excepto para los pacientes inmunodeprimidos. «Estamos donde estamos gracias a la vacunación, pero por ahora descartamos la cuarta dosis generalmente, no tiene sentido cuando todavía estamos con la tercera», apuntó.
En cuanto a la vacunación de los niños, Argimon ha previsto que habrá una ralentización en los próximos días, «porque en las últimas semanas se han infectado». El conseller ha defendido que se ha priorizado la presencialidad en la escuela, puesto que «por suerte, entre niños, hay muy pocos casos que sean graves» y «un año más sin escuela era imposible».
El conseller también se ha referido a que Salut hace más tests para detectar contagios de los que se hacen en otras comunidades, y en consecuencia, comunica más casos. «Da la sensación de que en Catalunya la Covid está disparada, pero es porque somos de los pocos que damos datos», ha defendido.
Defiende suprimir la mascarilla en las escuelas
Sobre el certificado Covid, Argimon ha explicado que el Gobierno espera recibir el informe sobre la utilidad que ha tenido esta medida para decidir qué hace, y ha asegurado que incentivar la vacunación no era «ni mucho menos» el objetivo de la medida, sino aumentar la protección de la población en los espacios públicos.
El conseller ha insistido en que es innecesaria elobligatoriedad de la mascarilla en exteriores, y ha dicho que «el primer lugar donde debemos sacarlo es en la escuela». En el resto de los espacios, ha previsto, la medida de protección tardará más tiempo en desaparecer.