Los argumentos en contra de la oposición
El concejal republicano Jordi Coronas justificó el voto contrario porque el grupo considera que la propuesta de modificación se ha realizado sin los niveles de participación «exigibles» a la modificación de cualquier ordenanza. Según Coronas, el cambio supone un «giro de 180 grados» en el discurso de BComú sobre los usos del espacio público.
«No compartimos en absoluto la decisión», ha dicho el concejal, que ha compartido posicionamientos expresados previamente por la Federación de Asociaciones de Vecinos de Barcelona (FAVB). «Hoy aprobamos otras 1.400 terrazas y ninguna ganancia para la ciudadanía, un error mayúsculo que habrá que enmendar», ha concluido Coronas.
El resto de grupos de la oposición que se han abstenido han coincidido en que la modificación de la ordenanza se podría mejorar y han cuestionado el perjuicio que supone para los vecinos perder plazas de aparcamiento o zonas de carga y descarga, si bien han reconocido que la medida da aire al sector de la restauración.
Según datos municipales, de forma excepcional se han otorgado durante la pandemia un conjunto de 3.618 ampliaciones de terraza de bares y restaurantes, de las cuales 1.483 están en calzada y 2.135 están en acera.
La modificación de la ordenanza establece que en el caso de terraza en calzada, los locales tendrán que utilizar obligatoriamente plataforma y unos diseños homologados por el consistorio y así se dejarán atrás los bloques de hormigón, muy criticados por los grupos municipales.