Barcelona será candidata a ser una de las 100 ciudades europeas inteligentes y climáticamente neutras en 2030, después de que el Ayuntamiento haya presentado formalmente su voluntad de aspirar a ello. Este 31 de enero finalizaba el plazo fijado para que las ciudades europeas se presentaran a la propuesta de la Comisión Europea, a través de la Misión de Ciudades.
El objetivo es seleccionar 100 ciudades inteligentes y climáticamente neutras para 2030, para asegurarse de que estas localidades actúan como centros de experimentación e innovación para permitir que todas las ciudades europeas lleguen a serlo en 2050. Desde el consistorio destacan políticas como la adaptación a la Agenda 2030 como referentes para que la candidatura llegue a buen puerto.
La Misión de Ciudades trabajará con las ciudades seleccionadas para que puedan acelerar sus políticas de transición energética. Por eso, las ciudades seleccionadas recibirán de la Comisión Europea asesoramiento y asistencia personalizada, se desbloqueará financiación adicional, recibirán apoyo a través de una red de coordinación nacional, oportunidades de trabajo en red, aprendizaje e intercambio de experiencias entre ciudades y financiación para que las ciudades formen parte de grandes acciones de innovación, proyectos piloto y demostraciones.
La Misión de Ciudades quiere implicar a autoridades locales, ciudadanos, empresas, inversores y autoridades regionales y nacionales en el objetivo de la transición energética, y para ello, se concentrará en apoyar a diferentes sectores para que trabajen juntos en ámbitos inteligentes. inteligentes, digitales y otros tipos de soluciones para ayudar a conseguir la neutralidad climática. Los sectores que se consideran clave y prioritarios por la Misión de Ciudades de la Comisión Europea son los de la energía, el transporte, la gestión de residuos, los procesos industriales y uso del producto y agricultura, selvicultura y otros usos del suelo. La convocatoria fomenta especialmente la participación de las grandes ciudades, con alta ambición de neutralidad climática, que promueven la diversidad y la inclusión de los ciudadanos y otras partes interesadas.
Además de estos elementos, existe una voluntad por parte de Barcelona de que todas las medidas necesarias para alcanzar este objetivo deben poder implementarse de modo que generen prosperidad para todos. En este sentido, se busca que la creación de riqueza, que, desde el sector público, debe haber una capacidad para garantizar que será compartida por todos, y redistribuida a quienes más sufren y pueden tener más dificultades para participar en la implementación de medidas relacionadas con la sostenibilidad. En resumen, las políticas de Clima desplegadas por el Ayuntamiento están vinculadas con la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible.