La vitamina K contiene grandes nutrientes y beneficios para la coagulación de la sangre, el fortalecimiento de los huesos y la producción de calcio causando así vitalidad en la piel. Asimismo, produce una sustancia liposoluble que al ser absorbida por la piel mediante el consumo de alimentos mejorará notablemente.
La piel no solo es el órgano más grande del cuerpo humano, sino el que mayor cuidado debe tener porque siempre está expuesto. De esta manera, los especialistas recomiendan incluir la vitamina K en nuestra dieta, entre los alimentos que no pueden faltar están las verduras de hojas verdes.
Existen otros alimentos que también aportan beneficios con su composición de nutrientes, aunque poseen menor cantidad de vitamina K, los cuales son: las carnes rojas, el pescado, los cereales, el hígado y los huevos.
La principal tarea que cumple la vitamina K en el ser humano es la funcionalidad de la coagulación de la sangre, ya que, si el organismo no cuenta con suficiente producción de proteínas puede generar hematomas o sangrados excesivos. Otro de sus aportes es la construcción de tejidos saludables para los huesos y la piel.
En el caso de los niños que al nacer no cuentan con suficiente cantidad de vitamina K y no pueden ingerir alimentos, le colocan una vacuna poco tiempo después de su nacimiento sirviendo de complemento.
El cuidado de la piel va más allá de lo estético porque se requiere de buena salud para lucir una piel suave. Sin embargo, el uso de la vitamina K para cuidar el área corporal es fundamental porque ayuda a mejorar el desarrollo de los tejidos y el tratamiento de las ojeras oscuras, estas al estar tan marcadas pueden dar una apariencia venosa o capilar.
Incluso para quienes tienen daños reactivos en la piel, como: dermatitis, celulitis, irritación o zonas sensibles, es vital que utilicen la vitamina K, ya sea, mediante productos externos o alimentos para tener vitalidad, salud y luminosidad en la piel.
En general, todas las vitaminas aportan grandes beneficios a los sistemas orgánicos del cuerpo humano y ayudan a su correcto funcionamiento; La vitamina K no es una excepción, sin embargo, a diferencia de las otras, esta no la produce el organismo, por tal motivo hay que añadirla a nuestra dieta para que sirva de escudo contra posibles enfermedades.