Cataluña ha tenido un comienzo de año sísmicamente activo, con 800 terremotos. Son datos conocidos a partir de las grabaciones de la Red sísmica de Cataluña, operada por el Instituto Cartográfico y Geológico de Cataluña (ICGC), que depende del Departamento de la Vicepresidencia y de Políticas Digitales y Territorio. Esta actividad entra dentro de la normalidad del Mediterráneo occidental, dadas las características del territorio, destacando las series sísmicas sucedidas en dos zonas del Pirineo catalán: el Alt Urgell y el Vall d’Aran.
La secuencia sísmica de el Alt Urgell ya había comenzado a principios de octubre de 2021, en los que se registró un terremoto de magnitud 3.6. Pero no fue hasta el 1 de febrero de 2022 que se produjo el seísmo de mayor magnitud de la serie, 3.8.
En cuanto a la serie sísmica de la Valle de Aranse registraron más de 300 terremotos, ninguno de ellos con una magnitud significativamente superior al resto. Aunque se tiene noticia de algunos temblores percibidos por la población, la mayoría han pasado desapercibidos.
El Mediterráneo occidental, donde se encuentra Cataluña, es un área de sismicidad moderada, ubicada en una zona de colisión entre las placas tectónicas de Europa y África. Los sismos destructores en esta parte del Mediterráneo son, afortunadamente, poco frecuentes. Los más graves de los que se tiene constancia fueron los de 1427-1428 en el Ripollès y la Garrotxa (el único conocido de magnitud 6.3), el de 1923 en la Val d’Aran y el de 1927 en el Montseny.
El seísmo más reciente que ha provocado daños (ligeros y moderados en algunos edificios) fue el de 21 de septiembre de 2004 en el Ripollès, de magnitud 4. La sismicidad registrada desde principios de este año entra dentro de la normalidad, dadas las características sismotectónicas de Cataluña, donde cada año se registran, en promedio, un millar de temblores
Esta recurrencia aconseja monitorizar constantemente la sismicidad, evaluar el riesgo y contar con los adecuados planes de actuación. El ICGC dispone de 41 estaciones sísmicas repartidas por toda Cataluña, 18 de ellas equipadas con velocímetros de banda ancha, 21 con acelerómetros y 2 dotadas con ambos tipos de equipamientos.
Los terremotos son fenómenos impredecibles, repentinos y recurrentes en el tiempo. Considerando los datos históricos, en Cataluña cada año se producen en promedio cinco sismos de magnitud superior a 3. Cada dos años y medio se registra un terremoto de magnitud superior a 4 y, aproximadamente cada 30 años, uno de magnitud 5. La sismicidad en Cataluña se presenta de forma difusa, pero principalmente se localiza en las comarcas pirenaicas, la Selva y en la zona costera.