Las fiambreras se han convertido en un indispensable de nuestro día a día. Guardamos los alimentos en casa y las utilizamos para llevar el almuerzo a la oficina, la fábrica o el puesto de trabajo. A menudo se ha dicho que las de plástico son perjudiciales para la salud y se ha fomentado el uso de las de vidrio u otros materiales.
Carmen Healymiembro de la Junta Directiva de la Asociación Española de Graduados en Ciencia y Tecnología de los Alimentos, subraya que lo más importante es comprobar que el recipiente que queremos usar es apto por alimentos. «En el caso de las de plástico debemos buscar el símbolo de la copa y el tenedor, o la frase ‘para contacto con alimentos'», detalla.
Es importante tener en cuenta que algunos alimentos los compramos en envases de plástico aptos para el contacto con alimentos, pero no pueden reutilizarse para conservar cualquier otra cosa. «Los envases se autorizan para un uso determinado, alerta. Es fundamental seguir las indicaciones del fabricante: apto para microondas, apto para el lavavajillas, apto para ser congelado, etc.
¿Cuántas veces se puede reutilizar una fiambrera? ¿Todas se pueden poner en el lavavajillas? ¿Cuál es su vida útil? ¿Es realmente perjudicial para la salud? Healy enumera cinco consejos para hacer un uso adecuado de las fiambreras en nuestro día a día.
1. Hacer caso de las condiciones de uso. Las fiambreras tienen características diferentes en función de sus componentes plásticos. Por tanto, cambia la temperatura máxima a la que se pueden exponer, si se pueden congelar o poner en el lavavajillas.
2. No calentar los alimentos con la tapa. El vapor y las salpicaduras pueden provocar quemaduras y el calor puede deformar la tapa, ya que muchas de ellas no son aptas para microondas.
3. No utilizarlas eternamente. Si pierden transparencia o les salen manchas blancas, es una señal para renovar las fiambreras. El plástico se estropea, pierde dureza y puede no garantizar hermeticidad para los alimentos.
4. No comer directamente. Los cubiertos provocan arañazos en la fiambrera y el plástico se degrada más rápidamente. Mejor comida en platos y utilizar la fiambrera sólo para conservar los alimentos o transportarlos.
5. Evitar cambios de temperatura bruscos. Es importante que los plásticos no sufran cambios de temperatura muy bruscos o golpes, ya que se pueden resquebrajar y, por tanto, pierden las propiedades herméticas y capacidad de conservación.