El próximo viernes termina el plazo para presentar candidatura para los Juegos Olímpicos de Invierno de 2030 y las posiciones entre Cataluña y Aragó están muy distantes. El consenso social interno entre los catalanes, sin embargo, tampoco es absoluto y los críticos se utilizarán este domingo en Puigcerdá, con presencia de manifestantes de todo el país y el apoyo de formaciones de la CUP y los comunes y numerosas entidades. La Generalitat difundió a finales de enero una encuesta según la cual tres de cuatro personas apoyarían en el proyecto, pero ahora los datos del sondeo se han abierto y muestran que la adhesión es más matizada.
En realidad, la encuesta original no preguntaba por un posicionamiento explícitamente favorable o contrario a los Juegos de Invierno, sino que preguntaba si se creía que celebrarlos sería «interesante o estratégico» para Cataluña y/o para el Pirineo. El 73% de respuestas identificadas por el Gobierno como adhesiones al proyecto eran aquellas que afirmaban que lo sería al menos para el Pirineo. Los datos adelantados no incluían las respuestas a otra preguntaba relativa a sí elopinión respecto al proyecto podría variar en función de cómo se concretara o de disponer de más información y, en este caso, escasamente un 19% lo ve estratégico y afirma que su posicionamiento es firme.
Por tanto, la Generalitat no sólo debe desencallar la candidatura conjunta con Aragón u optar a organizar en solitario los Juegos, como le pide que haga la Federación de Deportes de Invierno, sino que también debe acabar de convencer a la propia ciudadanía. Parte, en cualquier caso, de una posición más favorable a sus posicionamientos, ya que hasta un 50% de catalanes ve a priori interesante o estratégico el proyecto tanto para Cataluña como para el Pirineo, así que seguramente será más fácil acabar de decantarlo hacia el soporte. Un 8% más los considera a priori interesante para Cataluña o para el Pirineo, mientras que tan sólo un 5% lo rechaza de forma firme para ambos y un 9% más lo hace, pero admitiendo que podría cambiar de parecer.
Las posturas con respecto a la ciudadanía del Alt Pirineu y Aran -aquellos que participarán en la consulta para validar la candidatura- son ligeramente más positivas, con un 18% que ve con firmeza estratégicos los Juegos para Cataluña y el Pirineo y un 5% más, para uno u otro ámbito, mientras que tanto sólo un 4% estaría claramente en contra. Los primeros datos difundidos de la encuesta tampoco mostraban cifras por electorados y, en este sentido, los votantes del PSC son los que más ven como interesante el proyecto, seguidos de los del PP y ERC, aunque la mayoría de ellos admiten igualmente que podrían cambiar de opinión en función del proyecto o de la información que les llegue.
Las bases de Juntos tienen posicionamientos más opuestos en los Juegos que sus compañeros de Gobierno, con casi una cuarta parte de ellos sin interés en ellos. En cuanto a los comunes, los votantes están decantados hacia posiciones favorables, pese al apoyo del partido a la manifestación contraria, e incluso hay más oposición a Vox, el electorado más polarizado al respecto. El de la CUP, formación que más ha criticado a los Juegos de Invierno, está dividido en tres grupos, con casi tanta gente que les ve interesantes para Cataluña y el Pirineo como por ninguno de los dos, mientras que muchos también opinan que sólo lo son para uno de ambos ámbitos.
El siguiente gráfico muestra los datos sin diferenciar entre aquellos con dudas, tan sólo especificando si se ve el proyecto interesante o estratégico, pero sí mostrando cuántos lo creen para el Pirineo y cuántos para Cataluña, en caso de que no se considere para ambos o para ninguno. Así se puede observar cómo casi un 30% de votantes de la CUP afirman que los Juegos son interesantes para el Pirineo, pero no para Cataluña. Igualmente, existe una mayor visión positiva entre la gente joven que entre los mayores, así como más parados lo ven estratégico tanto para Cataluña como para el Pirineo que el resto.
Como puede observarse, el porcentaje de aquellos que no admiten ningún interés estratégico también crece entre aquellas personas que más conocen del proyecto: del 6% en aquellos que no sabían nada a un 8% en aquellos a quienes les suena, a un 17% en aquellos que sabían de la propuesta pero sin detalles ya un 27% en aquellos que sí la saben y están interesados. Tanto podría ser, sin embargo, que la oposición creciera a medida que más se conoce del proyecto como que precisamente el rechazo a éste llevara a quererlo. informar más para hacer oposición.
Más preguntas para calibrar
En cualquier caso, hay otras preguntas de la encuesta que permiten calibrar también el nivel de apoyo o rechazo a los Juegos de Invierno. Hay una que pide la opinión sobre la posibilidad de que se celebren, con respuestas abiertas y múltipleslas cuales se agrupan en ideas globales genéricas, algunas de ellas positivas («sería positivo», «mejora económica», «turismo y conocimiento»…), otros de negativas («no deberían celebrarse», «riesgo medioambiental», «no es una prioridad»…) y también de neutras («dudoso», «indiferente», «faltan infraestructuras»…).
Si se tiene en cuenta esta pregunta en concreto, dos tercios de los encuestados mencionan aspectos positivos, seis puntos por debajo del nivel de apoyo destacado por el Gobierno, mientras que un 24% lo llaman negativos, diez puntos más que aquellos que no ven interesante o estratégico el proyecto. El posicionamiento favorable es todavía nítidamente superior al contrario, pero con un margen menos exagerado que si se tiene en cuenta sólo la pregunta con respuesta cerrada sobre el interés estratégico.
Los jóvenes, menos críticos
En este caso, el rechazo parece superior en los hombres que en las mujeres y, aunque no hay diferencia significativa en cuanto a menciones positivas con la edad, sí hay más negativas en el grupo de 50 a 64 años y menos en el de menores de 25. En cuanto a electorados, aquellos más decantados hacia percepciones buenas serían los del PSC y Cs, por delante del de ERC, mientras que tanto el de Junts como el de los comunes mencionan aspectos positivos en un 62% de los casos y de negativos, en un 40%-41% (las respuestas podían ser múltiples y englobar percepciones divergentes). La mitad de votantes de la CUP dice cosas buenas y la otra mitad, malas y, aunque sólo un 45% de los de Vox destacan hechos positivos, también sólo un 30% citan negativos.
Sin embargo, más allá de los posicionamientos genéricos, existen algunas percepciones en forma de potencialidades y riesgos que son bastante transversales, mostrando los encuestados conciencia a la vez de posibles hechos positivos y negativos cuando se explicitan cada uno de ellos y se han de posicionarse en relación a si los ven probables. Una clara mayoría cree que los Juegos de Invierno acelerarán las inversiones en el Pirineo y crearán ocupación (con la excepción de los votantes de la CUP), pero existe mucha aceptación a la vez conforme estos nuevos puestos de trabajo serán precarios y temporales (menos los electores de Cs y PP, que están divididos en esto).
Igualmente, dos tercios de los encuestados temen que el territorio pueda sufrir alto coste medioambiental debido al proyecto (lo ve menos probable el electorado de Cs) a la vez que están divididos en relación a que, por el contrario, pueda servir para cuidar más del entorno y evitar incendios (los votantes de la CUP y comunes lo rechazan, pero los de PP y Cs y los jubilados confían en ello). Por lo general, una clara mayoría transversal cree que los Juegos harán que las telecomunicaciones lleguen a todas partes, que el Pirineo se posicione internacionalmenteque se incremente eloferta de ocio y que aumentará el turismopero muchos también temen que éste no sea sostenible (menos en el caso de los votantes de ERC, Junts y Cs y la gente joven), así como una mayoría ajustada niega que sirvan para que les jóvenes no se marchen de los pueblos.