El pleno de Barcelona ha rechazado este viernes dejar sin efecto la Zona de Bajas Emisiones (ZBE). Una moción de Ciudadanos (Cs) tramitada por urgencia pedía suspender la aplicación de la ordenanza que regula la ZBE así como dejar sin efecto las sanciones impuestas y paralizar nuevas. Sin embargo, la propuesta no se ha aprobado. Los dos socios de gobierno, Barcelona en Comú y PSC, han votado en contra, así como ERC, mientras que Junts se ha abstenido. A su vez, Cs, PP, Valents y la concejala no adscrita han votado a favor de la moción. El texto votado también reclamaba iniciar un proceso para redactar una nueva ordenanza que «corrija las deficiencias» señaladas en la sentencia dictada por el TSJC.
El grupo que planteó la moción, Cs, se quejó de la «incertidumbre» y la «inseguridad jurídica» generada a raíz de la sentencia y reprochó al gobierno municipal que la ZBE se haya tramitado con «falta de sensibilidad» y «de forma improvisada». La presidenta del grupo, Luz Guilarte, también ha dicho que las moratorias aplicadas han sido «insuficientes». «Ustedes lo que deben hacer es rectificar y no seguir pensando en sancionar y limitar los derechos de forma abusiva (…) lo que deben hacer es suspender, dejar sin efecto la ordenanza y las sanciones e iniciar la redacción de una nueva ordenanza para que no paguen los ciudadanos», ha concluido la concejala naranja.
Durante el turno de intervención del gobierno municipal, el concejal de Transición Ecológica, Eloi Badia, recordó que la ordenanza que regula la ZBE fue votada en el plenario «sin ningún voto contrario» y destacó el consenso de todas las administraciones implicadas , así como el de la comunidad científica, que participó en varias tablas de la calidad del aire. También negó, como le reprocharon algunos grupos como Cs, que fuera una ordenanza hecha «a correcuita» y contrariamente a lo que apuntaron algunos desde la oposición Badia remarcó que sí que se trabajaron moratorias, así como ofrecer ayudas para en la renovación del vehículo, a través del programa estatal ‘Renove’, que especificaba los municipios con ZBE. Además, añadió que también se cuidó que la actividad económica fuese compatible y se ampliaron permisos a vehículos especiales.
Por otro lado, Badia justificó también que había que actuar «con urgencia» porque desde 2010 Barcelona incumple los umbrales de calidad del aire, unos umbrales que hoy en día, matizó, todavía no se están cumpliendo. Por todo ello, el concejal reiteró que pese a la sentencia del TSJC «lo peor» que podría hacer ahora el Ayuntamiento es «dejar desprotegida a la ciudadanía» ante la contaminación del aire que sufre la ciudad. Por ello, insistió en que el camino es el acordado y, por tanto, recorrer la decisión del tribunal.
El responsable de Transición Ecológica también respondió a un ruego de la concejala no adscrita Marilén Barceló en relación a los vehículos con etiqueta amarilla. En este caso, Badia ha rechazado el ruego, que pedía fijar un margen de al menos dos años hasta prohibir su circulación por la ZBE. Según ha explicado, el gobierno municipal nunca ha hablado de calendarios respecto a esta distinción ambiental y en todo caso debería preverse «con mucho tiempo». «En el momento actual que nos encontramos ahora no es el momento», concluyó.
En la misma línea que Cs se han expresado el resto de grupos que han votado a favor de la moción. Por ejemplo, el PP ha afirmado que el gobierno de Colau no ha tenido «ningún tipo de criterio» para impulsar la ZBE y ha señalado que ha sido una medida «improvisada, discrecional y sin consenso necesario». La concejala de Valents, Eva Parera, lamentó que se pongan «trabas» a la ciudadanía pero no se ofrezcan «soluciones y alternativas reales» y pidió al ejecutivo municipal que no recurra la sentencia.
Por su parte, JxCat, que se ha abstenido, ha criticado «la aproximación sectaria y demagógica y sin aval científico y sin consenso» de las políticas impulsadas por el gobierno de coalición y también ha cargado contra los republicanos para hacerlos» seguidismo».
A su vez, ERC se mostró partidaria de la ZBE si bien también apuntó que desde el gobierno municipal «demasiadas veces se han llevado a cabo buenas ideas de forma desastrosa». Por ello, argumentó que es necesario ajustar las restricciones «al máximo a su objetivo» y pidió el «captenimiento» del ejecutivo de Colau ante la sentencia. «El comportamiento es trabajar para no dejar desprotegida a la ciudadanía ante la contaminación del aire», respondió Badia.