Enric Álvarezinvestigador del grupo de investigación Biocom UPCha constatado en entrevista en el ACN que desde hace varias semanas hay un aumento de casos de Covid y de hospitalizaciones en urgencias o planta que de momento no se nota en las UCI. Álvarez cree que no se puede descartar una séptima ola de la pandemia en verano -que podría llevar a un escenario general de oleadas semestrales- pero cree que si las UCI se mantienen en estos niveles, se podrá continuar con «el grado de normalización actual» de la vida social y económica.
Por eso cree que es «muy importante» el plan de vigilancia que ultima el Departamento de Salud, que espera que se empiece a aplicar «lo más rápido posible» para poder reaccionar en caso necesario. Álvarez ha destacado la importancia de la inmunización de la población -especialmente la de riesgo- gracias a la vacunación, lo que ha comportado que Cataluña no tenga, por ejemplo, un problema como el de la China«donde hay del 60 al 70% de las personas mayores sin vacunar».
Pero, en cualquier caso, cada vez hay más evidencia científica que indica que estos colectivos pierden la inmunidad de forma más rápida, por lo que es necesario estar atentos para reaccionar en caso de que se detecte una subida. En este sentido, aunque los investigadores del grupo Biocom siempre alertan de que no son expertos en vacunas, siguiendo las directrices de lo que marca EuropaÁlvarez considera que una cuarta dosis no se puede descartar, al menos para éstos grupos de riesgo.
Para poder determinar, pues, si estamos frente a una séptima ola o no, habrá que esperar a ver cómo pierde la inmunización el grupo «muy numeroso de personas» que sufrieron la enfermedad entre finales de noviembre y principios de febrero. Si la pierden muy de golpe, puede haber un aumento de casos que acabe incidiendo en los hospitales y, por tanto, Álvarez cree que no se puede descartar la visión de oleadas semestrales (una de verano y una de invierno) que defiende , por ejemplo, el epidemiólogo Oriol Medio. «Hay gente que la ve muy clara, otras no tanto, pero en cualquier caso nadie la descarta», afirma el investigador del grupo Biocom.
Pero el objetivo es que, gracias principalmente a la inmunización lograda con las vacunas, las UCI se han vaciado. «La entrada en las UCI ha caído mucho, pero ha caído mucho más que la entrada en el hospital». Por eso, Álvarez cree que si seguimos con la variante ómicron, «los hospitales tendrán más trabajo, pero hacer subir las UCI es muy complicado».
Sobre si habría que repensar alguna de las medidas eliminadas para frenar la expansión del virus, el investigador recuerda que son decisiones que corresponden al ámbito político, pero mantiene la idea de que hospitales y UCI «deben servir de faros» y pone sobre la tabla que quizás lo que hace falta es «proteger a los más vulnerables». En cualquier caso, explica que hay médicos que optan por un escenario de este tipo, y otros que serían más partidarios de recuperar alguna medida como las cuarentenas o las mascarillas en algunos supuestos más que los actuales.
Ahora bien, a su juicio, lo que queda claro es que «es un mundo muy diferente aquél en el que tienes una urgencia y no te pueden operar porque no hay UCI, que un mundo en el que tienes las UCI muy vacías de cóvido y no tienes problemas de este tipo» como, recuerda, ha pasado en oleadas anteriores tanto en Cataluña como en varios países europeos.
Por todo ello considera que el plan de vigilancia es «muy importante», y espera que se ponga en marcha «lo más rápido posible». Álvarez recuerda la importancia de saber «cuál es la incidencia real», que permite investigar los porcentajes que terminan en hospitales y UCI o comprobar que no aparecen nuevas variantes, por ejemplo.
Arenas coincide
El mensaje coincide con lo que hacía este jueves en Twitter el profesor de la Universidad Rovira i Virgili Álex Arenasque aseguraba que, con los «pocos datos» de que se dispone actualmente, «de momento no hay elementos suficientes para hacer saltar la alarma de nueva ola, pero sí para seguir al acecho».
Arenas cree que ante el aumento de casos de cóvido de la variante ómicron («que se traduce en muchos casos y poca incidencia hospitalaria») es necesario «establecer un sistema de vigilancia robusto lo más rápido posible» y «proteger la población más vulnerable«, que «poco a poco va perdiendo la inmunidad vacunal y natural». Arenas cree, así, que es previsible un verano «suficientemente normal si no cambia ómicrón», pero alerta de que hay que «preparar el sistema para otoño/invierno «.