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Técnicamente Arale ya tiene 42… En febrero del 2022 se celebró el 42 aniversario de primera aparición de un robot en forma de niña de 10 años llamado Arale. Fue en la revista japonesa semanal Shonen Jump (週刊少年ジャンプ) y fue el inicio de una carrera fulgurante. La historieta, creada por un entonces desconocido Akira Toriyama, se convirtió rápidamente en un éxito. El dr. Slump (Dr. スランプ) se convirtió no sólo en una revolución a escala mundial, sino en la muestra que ese chico de 25 años que apenas empezaba a despuntar acabaría siendo uno de los mangakas más influyentes de la historia.
Akira Toriyama en una foto de una guía japonesa sobre ‘El dr. Slump’
¡La niña de las gafas!
Como suele ocurrir con el manga de mayor éxito pronto la historia pasó en la televisión de la mano de Toei Animation. Un año más tarde, el 8 de abril de 1981, en Fuji TV, se emitía el primer episodio de la serie animada de El dr. Slump, lo que multiplicó su éxito y abrió la puerta para que la Villa del Pingüino fuera un lugar conocido en medio mundo. Pero vayamos un poco atrás… Antes de dibujar Sembei Norimaki y la Señorita Yamabuki, Akira Toriyama debutó en la misma revista en 1978 con Wonder Island, un manga donde podemos ver el principio de un estilo que ahora todos reconocemos.
Pero, no nos desviemos del tema… El dr. Slump llegó a nuestro país en TV3 el día 12 de enero de 1987, hace ya 35 años, convirtiéndose en el primer canal que la emitió en España. La serie completa consta de 317 episodios en los que vemos “crecer” a Arale y sus amigos a la vez que descubrimos a los pintorescos habitantes de la Villa del Pingüino. La lista es muy larga, pero entre los más célebres está Suprunaman (una versión fofa y desmejorada de Superman que come ciruelas confitadas) y el Rey Nicochan y su ayudante, dos ajenos que estrellan su nave en la Villa del Pingüino y ¡se ven obligados a quedarse porque Gatchan se la zampa! No se pueden dejar de lado a los policías que siempre acaban malparados, el archienemigo del dr. Slump, el dr. Mashirito, y sus hombres de caramelo que puede descubrir en este artículo.
Los secretos de un éxito animado
Arale, como se conoce popularmente la serie, tiene varios elementos que la hacen especialmente entrañable. El primero es la total frescura y desinhibición del producto. En Cataluña no estábamos nada acostumbrados a ver dibujos animados japoneses con todo lo que esto conlleva. El protagonista masculino, Sembei Norimaki va muy caliente y es capaz incluso de inventar unas gafas para ver a mujeres desnudas. De hecho, en la entrepierna de Arale (no olvidemos que es un robot) no hay nada porque el dr. Slump nunca ha visto los genitales femeninos. También instala una cámara en Arale y la envía a bañarse con la Señorita Yamabuki para ver si finalmente puede averiguar qué tienen las mujeres bajo las bragas. Obviamente todo sale mal… Siempre todo le sale mal.
Otro de los rasgos sorprendentes es la escatología de todo. Si algo ha perdurado hasta la fecha de este manga es su mítica caca. En un país donde en Navidad tenemos un tronco que caga regalos y ponemos un campesino evacuando la carne de olla al pesebre no es raro que una tifa de color rosa haya acabado triunfando. A su vez, la serie nos explicaba muchos rasgos del folclore japonés como los yokai (fantasmas) o los kaiju (monstruos) y, sin duda, profundizaba en una de las grandes pasiones de los nipones ya entonces: los robots.
Llenaríamos páginas y páginas hablando de esta serie, pero no podemos terminar el artículo sin recordar un par de rasgos más sobre El dr. Slump. El primero es el vocabulario propio de Arale. Expresiones como “oio”, “oioio”, “oio, hola” son hoy bien conocidas junto con el “n’cha” o “adiós cha”. Y seguro que más de una vez habéis visto correr a alguien con los brazos abiertos gritando kiiiiiiii o habéis hecho la cantinela aquella de “bobo-curvo-bobo-curvo”. Todo son algunos ejemplos de cómo una serie se instala en nuestro imaginario y se convierte en un icono de una generación. La misma generación que poco más tarde descubriría que ese chico de veinticinco años que se dibujaba a sí mismo como un robot o como un pájaro sería el creador del manga más influyente del siglo XX: Dragon Ball. Y ya que sale el tema, ahora que están tan de moda los crossovers entre series, debemos recordar a toda costa el capítulo de Dragon Ball donde Son Goku termina en la Villa del Pingüino.
Un legado vigente
Pese a que Dragon Ball se ha llevado toda la gloria, El dr. Slump sigue siendo una obra reivindicable y reivindicada. Poco se sabe por estas tierras que Arale ha sido protagonista de hasta 11 películas en Japón. La última de las cuales fue un corto de 5 minutos en 2007. El anime también tuvo un renacimiento en 1997 en una nueva serie de 74 episodios que se emitió hasta 1999 y que fue programada por el desaparecido Canal 3XL. De las últimas apariciones estelares de la mítica de este grupo destacan dos anuncios de coche por la marca japonesa Suzuki en 2014.
Y como lo está esperando desde hace rato aquí tiene la canción inicial de la serie en catalán…