Si los contagios se estabilizan o van directamente a la baja, el toque de queda no irá más allá del 21 de enero. Éste es el compromiso que ha adquirido este martes la portavoz del Gobierno, Patricia Playa, en la rueda de prensa posterior al consejo ejecutivo. Plaja ha indicado que, pese a las cifras «astronómicas» de contagios motivadas por la variante ómicron, se comienza a ver una «futura mejora». Esto significa, en esencia, que se está llegando al «pico» o al «altiplano» de la sexta ola, una circunstancia que puede motivar el relajamiento de las restricciones, que se prorrogaron hasta el 21 de enero. Las medidas se pusieron en marcha antes de Navidad porque, con la vista puesta en las reuniones de las fiestas, se quería limitar al máximo la movilidad para contener las infecciones.
«Las restricciones están consiguiendo el objetivo marcado», resaltó Plaja, que puso de manifiesto que la vacunación -terceras dosis y también inmunización de los menores de entre 5 y 11 años- también está actuando para contener el ascenso de la sexta ola. La portavoz también ha anunciado que se pondrá en marcha un plan para decidir la estrategia a seguir en el momento en que el coronavirus se convierta en una enfermedad endémica, cómo lo pueda ser la gripe estacional de cada invierno. La variante ómicron, muy contagiosa pero muy menos letal, puede haber hecho entrar la pandemia en una nueva etapa.
Más del 50% de la población de Europa, de hecho, habrá contraído esta variante del coronavirus en los próximos dos meses si el ritmo de transmisión se mantiene. Lo ha advertido elOrganización Mundial de la Salud (OMS) este martes, en una rueda de prensa en la que ha explicado que la variante presenta varias mutaciones «capaces de fijarse más fácilmente a las células humanas» y puede afectar a personas que ya han sufrido la Covid-19 y están vacunadas. Hans Kluge, máximo dirigente del organismo para el continente europeo, se mostró preocupado por la propagación de la variante especialmente en el este de Europa, y por los no vacunados, en los que prevé «enfermedades más graves». Las vacunas aprobadas, recordó, «ofrecen una buena protección contra la enfermedad grave y la muerte, incluso frente al ómicron», remarcó Kluge.
El goteo de ingresos hospitalarios, sin embargo, no se detiene. En las últimas horas han tenido que ser hospitalizadas 58 personas por Covid en Catalunya, mientras que 20 pacientes han entrado en la UCI. Se han notificado 89 muertos y la cifra total es de 24.882. Los contagios, mientras, siguen en niveles muy elevados. El Departamento de Salud ha declarado 43.512 nuevos casos de Covid-19 en Cataluña confirmados por PCR o test de antígenos, y el total desde el inicio de la pandemia alcanza los 1.550.290. El riesgo de rebrote asciende a 3.896 (+330) y la Rt baja a 1,09, tres centésimas menos. El 27,30% de las pruebas de la última semana han dado positivo. La incidencia acumulada a 14 días sube de 3.518,28 a 3.666,17 casos por 100.000 habitantes. La incidencia a siete días también crece.
Cataluña ya ha superado los 14 millones de vacunas administradas. Desde el inicio de la pandemia, ya se han administrado 6.377.133 primeras dosis, 6.244 más, y 5.521.829 segundas dosis, 7.740 más. En paralelo, se han administrado 2.243.604 terceras dosis, 37.275 más respecto al anterior balance del Departament de Salut. La pauta completa alcanza un total de 6.107.937 personas, lo que representa el 76,8% de la población. Además, el 31,4% ya están vacunados con la dosis de refuerzo, que incluye la tercera dosis o la segunda en el caso de las personas vacunadas con Janssen (monodosis) y aquellas personas que han pasado la cóvida y también recibieron un único pinchazo.