Un 19 de abril de 1999, un tal Josep Lopes, locutor de radio con un sueldo precario, y un tal David Güell, un niño de casa buena, egocéntrico y con una asistenta algo peculiar, se decidían a compartir piso en un punto indeterminado del Eixample, después de reencontrarse casualmente años después. Éste era el punto de partida de Platos brutos, la sitcom más mítica de TV3 que batiría récords de audiencia y que se convertiría en un fenómeno de público que se pasaría las veces que se reposara.
A partir de ese día, cada lunes, los espectadores convivían con Lopes y David acompañados por una retahíla de personajes peculiares, pero entrañables, como la Carbonell, su rifle y su amor incombustible por Charlton Heston; Emma (Cruscat de Palausabullabellobach y González) y su “Ah, vale”; Mercedes, la cabeza del Lopes en la radio; Ramón, su estrambótico compañero radiofónico, Pol, el dueño del mítico bar Mauricio; Stasky, que quedó en posesión del bar en la quinta temporada, y la abuela Assumpció, que siempre pensó que Lopes era Lupe, una mujer.
Cada capítulo se ensayaba durante una semana y se grababa con público en directo. Ninguna de las risas eran enlatadas. Fueron seis temporadas con un total de 73 capítulos. Tengo ‘touchdown’ cerró la serie, en julio del 2003, en un episodio en el que los personajes principales vestían el equipamiento de los Barcelona Dragons y pisaban el césped del estadio Olímpic Lluís Companys. La audiencia enseguida la hizo suya. Las tramas surrealistas subidas de tono y con idas de olla hizo que la serie, ya en el primer capítulo, llegara a audiencias que sólo lograban ciertos partidos de fútbol.
El making of de la entrañable serie
“Teníamos restringidas algunas palabrotas”, explicó Oriol Grau, director de la serie, junto a Lluís Manyoses, en el programa Estat de Gràcia, de Catalunya Ràdio: “De ‘hostias’ nos dijeron que tres, máximo”. “Funcionaba porque los personajes eran imperfectos de forma entrañable”, añadía en el mismo programa Mercè Sàrrias, una de las guionistas de la ficción.
“Mizquines y entrañables”, los definía para el Telediario de TV3 Joel Joan. “Te los quieres pero también los odias un poco a la vez. Y lo que quieres es que les salga todo mal para pasar un buen rato”. Para Jordi Sánchez, la serie le descubrió «que me encantaba hacer ficción televisiva»donde ha desarrollado buena parte de su carrera.
“Después de aquel primer ‘Ah, vale’, los guionistas me fueron poniendo unos cuantos en cada capítulo”, explica como anécdota Mònica Glaenzel. Y cuando piden a Joel y Jordi, o lo que es lo mismo, a David y Lopes, qué capítulo les gusta más, Joel se queda con “Tengo patatón”, y Jordi, con el famoso episodio en el que David y Lopes descubren que a ambos les gusta Emma y deciden que quieren hacer un trío.
Con unos protagonistas humanos y contradictorios que los hacen cercanos, Plats Bruts consiguió un premio Ondas en el año 2002. Después de aquella primera emisión, la serie ha ido volviendo a la parrilla de TV3, manteniendo el poder para hacer reír a las nuevas generaciones . Y si después de ver los capítulos de este maratón nacen unas ganas terribles de volver a recuperar la serie completa, sólo recordar que todos los 73 capítulos están disponibles en TV3alacarta y en Filmin.