Las cerezas, las favoritas de los niños y adultos por su rico sabor ácido y sus colores rojizos y granates aparecen en el mercado a partir del mes de mayo, y para junio/ julio ya quedan sus últimas cosechas. Por eso cuando vayas a comprarlas, ten en cuenta que solo cuentas con los tres meses de verano para disfrutarlas.
Consejos para conservar las cerezas el máximo tiempo posible
En primer lugar, debes escoger las cerezas que no tengan golpes ni arañazos, evitar las que tienen un color oscuro, ya que son las que están muy maduras y tienden a dañarse muy rápido.
Otro punto a tener en cuenta, es que el tamaño no da la calidad, así que no busques las más grandes y nunca reniegues de las gemelas porque suelen estar muy buenas.
Una vez que compres las de mejor aspecto, es importante que sepas cómo conservarlas, dado que, si tienes muchas unidades, las altas temperaturas estimularán a que se dañen antes de tiempo. El mejor truco para resguardar las cerezas en los meses que no hay cosecha es saber que si las lavas, la humedad las estropeará (al menos que vayas a comerlas enseguida), tampoco es recomendable quitarle el rabillo.
Asimismo, cabe recalcar que, si permanecen a temperatura ambiente durante máximo dos o tres días se dañan, por lo que siempre deben estar dentro de la nevera. De igual forma, deben guardarlas en bolsas plásticas o tuppers herméticos bien sellados para que no estén en contacto con el resto de los alimentos.
Los expertos en el cuidado y perduración de las frutas aconsejan que las distribuyen muy bien, ya que, al envasar muchas en un solo táper o bolsa se estropeara más rápido. Para los que deseen conservarlas durante meses para hacer helados, batidos o mermeladas porque su textura cambia, pueden congelarse en el frigorífico, no sin antes secarlas muy bien y dividirlas en diferentes recipientes bien cerrados.
Beneficios de las cerezas
Entre los principales beneficios que tienen las cerezas está su poder antioxidante, que son ricas en vitamina C y vitamina E y que contienen nutrientes y minerales como: magnesio, potasio, hierro, ácido fólico y fibra. Aunado a estas propiedades, también es importante resaltar su reducido aporte calórico, su capacidad depurativa y antiinflamatoria.
En el caso de las personas que sufren del corazón, las cerezas son ideales, puesto que poseen melatonina, un antioxidante que regula el ritmo cardiaco y fortalece la buena memoria. A los niños les encanta por su sabor y color y es perfecta para inculcarles a comer frutas desde pequeños que le aporten beneficios a su organismo.
Así como es una excelente opción para los niños, también lo es para los adultos mayores, gracias a su contenido antioxidante de flavonoides que depura el cuerpo humano, protege el sistema nervioso y el cardiovascular causando un alto poder de antienvejecimiento.