Por primera vez en 50 añosel Congreso de Estados Unidos ha hecho una audiencia sobre ovnis. Apenas 11 meses después de que se publicara un informe gubernamental que cifraba en 140 los casos en que, desde 2004, pilotos militares estadounidenses habían visto un fenómeno aéreo no identificado, conocido popularmente como ovni. Este martes, dos altos funcionarios del gobierno estadounidense, el subsecretario de Defensa por la Inteligencia y la Seguridad de Estados Unidos Ronald Moultrie y el subdirector de Inteligencia Naval, Scott Brayhan elevado la cifra hasta los 400 casos.
Bray, que ha escogido cuidadosamente sus palabras, ha dicho que aunque los servicios de inteligencia no han podido encontrar ninguna prueba que sugiera que las visiones sean de origen extraterrestre, tampoco lo descartan, puesto que por algunas no encuentran explicación posible. Sin embargo, por la mayoría sí tienen varias hipótesis: interferencias en radares, fenómenos atmosféricos naturales o sistemas de adversarios extranjeros son algunas.
Los funcionarios se han comprometido a seguir investigando para resolver los interrogantes que quedan pendientes por el riesgo que podrían comportar por la seguridad nacional. «Sabemos que nuestros miembros del servicio se han encontrado con fenómenos aéreos no identificados y como presentan riesgos potenciales por la seguridad del vuelo y por la seguridad general, estamos comprometidos para realizar un esfuerzo y determinar sus orígenes«, detalló Moultrie. La audiencia ha sido ilustrada por imágenes de algunos de los ovnis que han vislumbrado.
Casos sin resolver
El informe del pasado año ya incluía algunos fenómenos aéreos no identificados que presentaban una velocidad y una maniobrabilidad que superaban la tecnología conocida hasta ahora en el mundo de la aviación, carecían de medios visibles de propulsión ni superficies de control de vuelo, tal y como ha expresado el subdirector de Inteligencia Naval de Estados Unidos.
Aunque los analistas consideran la posibilidad de que un avión avanzado pueda utilizar una tecnología que oculte sus capacidades de vuelo, «no se tiene conocimiento de ningún adversario que sea capaz de hacer volar un avión sin ningún medio perceptible de propulsión», ha añadido. Moultrie y Bray animaron a los pilotos a que vean fenómenos similares a que dejen de lado los «estigmas» y lo comuniquen a sus superiores para avanzar en su identificación.
El presidente del subcomité, Andre Carsonha puesto el foco en la importancia de tomar en serio los fenómenos aéreos no identificados: «Algunos carecen de explicación, es cierto, pero son reales«. Carson ha criticado que el Pentágono se haya centrado, hasta ahora, en los casos más fáciles de contar y haya evitado los más complejos. «Podemos obtener algún tipo de garantías de que sus analistas seguirán los hechos hasta donde conduzcan y ¿evaluarán todas las hipótesis?», cuestionó el presidente. «Absolutamente», respondió uno de los funcionarios. «Estamos abiertos a todas las hipótesisa cualquier conclusión a la que podamos llegar», concluyó.
El informe del año pasado relataba cómo algunas de estas visiones no tienen una sola explicación y ponía de manifiesto que se necesitan más datos y análisis para determinar qué son.