Tres semanas de huelga en el sector del transporte. Los profesionales protestan por reclamar un equilibrio entre los costes y los ingresosa raíz de los gastos añadidos por el incremento de los precios de la gasolina y el gasoil, efecto estrechamente ligado a las consecuencias económicas de la guerra en Ucrania. El paro en la actividad logística ha sumado apoyos a medida que avanzaba y ha obligado al ejecutivo español a tomar medidas, como la rebaja del coste de los carburantesque se aplica desde este viernes.
Xavi Torriente Martínez es chófer autónomo de un camión de reparto de la empresa alemana de logística DHL. Torriente forma parte de un grupo de autónomos que conduce camiones pequeños por carretera y que sufre la crisis del sector por el alza de precios. Explica que sus compañeros no conforman el grosor mayoritario dentro de las movilizaciones, protagonizadas por conductores de camiones grandes, pero expone que se ven igual de afectados por el escenario económico. En su caso, la escalada del coste de los carburantes le ha comportado unas gastos extra de 200 euros mensuales.
Torriente reparte paquetes para empresas y particulares en la zona del Vallés. Su ruta diaria pasa por las Franquezas y la Roca del Valléspero algunos días, antes de iniciar la jornada, se desplaza hasta la gasolinera a llenar el depósito con gasoil. Esta semana acudió a la más barata para minimizar los gastos. «El gasóleo estaba a otros diez céntimos respecto a la semana pasada», dice. «Es una barbaridad», añade.
Xavi Torriente, junto a su camión. Foto: Xavi Torriente
En relación a la bonificación de 20 céntimos por litro que el gobierno español anunció el pasado lunes, el conductor muestra un descontento rotundo. Reivindica, junto a sus compañeros autónomos, una rebaja más elevada destinada a los transportistas. En cuanto a ayudas directas, cree que son sólo una solución para un futuro inmediato. «Nos da un dinero que el día de mañana invertirás en algo y desaparecerán», denuncia.
La respuesta del gobierno español, insuficiente
El ejecutivo español hizo público el pasado lunes uno paquete de medidas para acabar con el conflicto provocado por el aumento de los carburantes y el sobreprecio de la energía. El gobierno de Pedro Sánchez mantuvo conversaciones con la patronal de los transportistas que permitieron consensuar una bonificación de 20 céntimos por litro, así como 6.000 millones en ayudas directas, rebajas de impuestos y 10.000 millones en créditos ICO. Pero la ofensiva de la Moncloa no ha generado una satisfacción unánime entre los transportistas y tampoco ha sido suficiente para apaciguar todas las acciones de protesta del sector. De hecho, la Plataforma para la Defensa del Sector del Transporte de Mercancías por Carretera ha instado a los pequeños transportistas a continuar con las protestas para exigir “soluciones de verdad”.
La decisión del gobierno central para hacer frente al malestar por los precios de los carburantes llega una semana en la que el precio medio del gasoil ha rozado un récord desde septiembre de 2012. El contexto de crisis energética provocada por la invasión rusa en Ucrania ha agravado la situación de los precios del combustible, que ya atravesaba unas semanas de máximos históricos desde finales de enero.