El Gobierno pone en marcha, a través de la nueva Agencia FPCAT, uno servicio regular y estable de acreditación de competencias profesionales para que los 365 días del año la ciudadanía pueda dirigirse a ellos. Se trata de un procedimiento que permite a las personas acreditar su experiencia laboral o formación no reconocida y conseguir así una certificación oficial de sus competencias profesionales. El objetivo es facilitar a las personas que no cuentan con esta certificación una vía para obtenerla.
Para llevar a cabo este procedimiento, no es necesaria preparación previa alguna. No se debe estudiar ni realizar ningún examen. La persona interesada sólo tendrá que mostrar lo aprendido a través de su experiencia profesional o formación no formal.
Estos procesos de acreditación de competencias profesionales facilitan el aprendizaje, el acceso al mundo laboral y la promoción profesional de la ciudadanía; la movilidad de las personas trabajadoras y la competitividad de las empresas. Por ello, constituyen una de las políticas públicas más importantes para fomentar o mejorar la cualificación de las personas.
A continuación, conocemos el testimonio delAlejandra Valencia, una trabajadora familiar que, gracias al servicio de acreditación de competencias profesionales -con la modalidad existente hasta este 2021-, pudo conservar su trabajo en el servicio de atención domiciliaria (SAD) de Barcelona y, con la posterior formación, ha podido promocionar hasta ser coordinadora de gestión.
Alejandra hacía dos años que trabajaba en el servicio de atención domiciliaria (SAD) de Barcelona. Para continuar en su puesto de trabajo, sin embargo, necesitaba acreditar sus conocimientos profesionales. La vía del programa Acredita era la más rápida y sirvió para demostrar sus conocimientos y aptitudes.
“El procedimiento fue bastante fácil”, explica Alejandra. En la empresa nos comentaron diversas posibilidades y, a través de conocidos, me decanté por el Institut Salvador Seguí. «Hice la solicitud, me comentaron cómo sería el proceso y el asesoramiento fue adaptado a mis necesidades», añade. El examen de acreditación también fue muy bien: «Pude explicar perfectamente mis conocimientos y cómo hacía mi trabajo», señala.
Cada día voy aprendiendo y espero seguir formándome
Alejandra Valencia, trabajadora familiar que ha podido acreditar sus competencias profesionales
Obtener esta acreditación sirvió a esta trabajadora familiar poder continuar en el puesto de trabajo y, además, conocer la oferta formativa más allá del programa Acredita. Una vez acreditada hizo el curso de auxiliar de cuidados de enfermería (CAI), a través del IOC, y después empezó a estudiar Integración Social. «Voy haciendo asignaturas y tengo hechas casi todas las de primero y también he empezado de segundo», explica.
El programa de acreditación profesional no sólo ha permitido a Alejandra mantener el puesto de trabajo sino que ha podido promocionarse y hacer de coordinadora de gestión. “Cada día voy aprendiendo y espero seguir formándome”, concluye.