La variante ómicron de la Covid dificulta que se detecten los casos. A sus síntomas, similares a los de un resfriado, se suma el hecho de que durante los primeros días desde el contagio no se detecta cuando se realiza un test de antígenos. Varios científicos se han pronunciado al respecto y han aportado una posible solución.
La profesora Jennifer L Rohn, bióloga celular del University College London, ha recomendado que, aunque las instrucciones de las pruebas indican que hay que ponerse el palo en la nariz para obtener la muestra, se tome una muestra también de la garganta. En declaraciones a SkyNews relató que se hizo varias pruebas negativas con tests de antígenos hasta que cogió también una muestra de la garganta, y entonces el resultado fue positivo.
El epidemiólogo Michael Mina ha defendido esta práctica porque ómicron hace desarrollar síntomas muy temprano, cuando el coronavirus todavía no está presente en la muestra de la nariz. Del listado de síntomas de la nueva variante ha desaparecido en muchos casos la pérdida de olfato y gusto, y ahora son más habituales la mucosidad, el dolor de garganta y en algunos casos, el sudor nocturno.