Un equipo de búsqueda del Museo de Arqueología de Cataluña (MAC) es localizado en Olèrdola (Alt Penedès) un cráneo humano de época ibérica, fechado hace más de 2.200 años. Se trata de un hallazgo «excepcional» y «sorprendente», tal y como ha definido la responsable de la sede de Olèrdola y conservadora de la colección ibérica del MAC Núria Molist.
Los primeros estudios indicaron que el cráneo corresponde a un hombre adulto de entre 18 y 25 años y que se habría exhibido a modo de «trofeo» en una zona pública del asentamiento íbero. El hallazgo ha permitido constatar que los cosetanos -los íberos más meridionales de Cataluña- también tenían como ritual cortar la cabeza de los enemigos y exhibirlos, tal y como hacían los indicios y los lacetanos .
Así pues, aunque no es el primer cráneo iber que se encuentra en Cataluña, éste destaca porque es la primera cabeza cortada hallada más al sur del Llobregat. Lo ha explicado el conservador de las colecciones clásicas del MAC, Jordi Principal, quien ha asegurado que el hallazgo aportará «mucha más información» que permitirá «completar» el «mapa» de restos humanos vinculados a los íberos que habitaron en el territorio. En esta línea, los investigadores aclararon que la «excepcionalidad» del hallazgo aumenta debido a que los íberos incineraban los cuerpos, por lo que hay pocas restos humanos de este período.
El cráneo de Olèrdola no está completo, sino que se trata de la parte anterior, localizándose roto en cinco fragmentos. El estudio preliminar que se ha hecho ha llevado a los investigadores a pensar que habría sido colocado en una posición de altura, lo que sería un ritual íber. «Consistía en la exhibición de un jefe que ha sido cortado y separado del resto del cuerpo«, explicó Molist. «Sería una especie de un trofeo de guerra que es exhibido en zonas públicas, ya sea en el exterior de la muralla o en el interior de los poblados. Es un recordatorio de una batalla o que se ganó a un enemigo», detalló.
«La arqueología es mucho más que el hallazgo, es un trabajo de fondo discreto y paciente», ha señalado el director del MAC, Jusèp Boya. Pronto empezarán trabajos de análisis genético del cráneo, que permitirán saber su procedencia (si se trataba de un individuo cercano a la zona del Penedès o no), así como el tipo de alimentación que llevaba, ya que conserva alguna prenda dental .
Sin embargo, los investigadores podrán trazar hipótesis sobre su estilo de vida, según explicaron este jueves en una rueda de prensa. Hasta este domingo el cráneo se expone en «El enigma íbero. Arqueología de una civilización«, en el MAC. Una vez finalizada la exposición, se instalará en el MAC de Olèrdola.
Excavaciones en Olèrdola
Entre los materiales aparecidos en la torre ibérica junto al cráneo también hay un arma arrojadiza llamada «pilum» que utilizaban los romanos. Los investigadores desconocen qué hacía este arma en el yacimiento. Ahora bien, hasta el momento el equipo de investigación del MAC ha excavado hasta niveles de época ibérica y no ha llegado a una roca madre ubicada a niveles inferiores. Esto les lleva a pensar que la excavación todavía puede ofrecerlo «nuevas sorpresas«.
«Es como una matrioixca, con una torre dentro de una torre dentro de otra torre», ha comparado Principal. Así, ha explicado que en el espacio se combinan restos medievales, íberos y romanos. Las excavaciones de la torre 2 de la muralla romana de Olèrdola se iniciaron en 2016 en un proyecto que planteaba como objetivo estudiar la presencia inicial romana en Cataluña.