Antonio Montero ha terminado con la paciencia de Lydia Lozano con dardos como: “Has estado 15 años firmando lo que hacían otras personas” o “Ha hecho muy pocos reportajes en su vida”
[anuncio_b30 id=1]En momentos anteriores:
«Quítame la imagen de ese, de Antonio Montero. Ese que va a misa los domingos y luego te mete la puñalada en el mismo sitio, en la misma herida pasado el tiempo». Lydia Lozano, como nunca la habíamos visto 💥 https://t.co/SLk0LseasQ pic.twitter.com/TVFU3IawPf
— Telecinco (@telecincoes) February 14, 2020
A poco ha estado Lydia Lozano de abandonar el plató de Sálvame en la tarde del lunes. Su paciencia se ha visto en el lóimite tras un duro enfrentamiento con Antonio Montero, en el que se han intercambiado duras palabras. La colaboradora ha explotado y ha sentenciado en un duro enfrentamiento:
“¡Tú eres un mierda de tío, hombre!”
Antonio Montero y Lydia estallan en un enfrentamiento
[anuncio_b30 id=1]Lydia Lozano ha sido la protagonista de toda la semana por varios motivos. Entre ellos, cargó contra Antonio David tras decir que su hija y su madre habían tenido contacto a pesar de no tener relación.
Mientras negaciones por parte del colaborador, por parte de los implicados, Lydia seguía empeñada en la veracidad de información, hasta que finalmente se desenmascaró toda la mentira.
Mientras se discutía de la polémica, Lydia ha estallado mientras Antonio Montero le recriminaba duras palabras como “muy pocos reportajes en su vida”.
“¡No! ¡No! ¡No! ¡No!”, gritaba Lydia respondiendo que podría enseñarle los artículos.
El colaborador matizaba y soltaba una bomba: “Has estado 15 años firmando lo que hacían otras personas”.
“Esto no te lo voy a consentir ¡Tú eres un mierda de tío!”, Lydia ha explotaba y hacía el amago de irse del plató mientras perdía los nervios.
La colaboradora alterada seguía: “Estoy perdiendo los nervios, he trabajado con los mejores ¡Vete a confesarte porque estás mintiendo”.
[anuncio_b30 id=1]¡Vete a confesarte! le decía Lydia mientras el público aplaudía.
Antonio continuaba defendiendo sus palabras argumentando que «no lo estaba diciendo el», y que realmente no había entendido bien lo que había querido decir. Un enfrentamiento que ha ido suavizándose a lo largo de la conversación mientras Lydia seguía también defendiendo su postura al grito de «Que verguenza!»