Esade Creapolisubicada en Sant Cugatha presentado este jueves un concurso de acreedores para intentar hacer frente a un deuda de 34 millones de euros. Según ha podido avanzar La Vanguardia, las principales deudas de la escuela de negocios son con el Instituto Catalán de Finanzas, Caixabank, BBVA, el Ministerio de Ciencia e Innovación y con la propia Fundación Esade. Uno hub empresarial participado al 81% por la Fundación Esade y el resto, repartido entre la Generalitat, el Ayuntamiento de Sant Cugat, Sant Cugat Empresarial y Avançsa.
¿Y cómo se ha llegado a esta situación? Pues, aunque el complejo ya estaba atravesando una situación delicada a raíz de la pandemiaelestocada mortal ha provenido de parte de los tribunales. Y es que este pasado mes de octubre, Esade se ha visto obligada a acatar una sentencia firme del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) que limita el uso de los terrenos a estrictamente usos académicos y veta el alquiler de espacios a empresas.
Sin esta actividad basada en el alquiler de oficinas del complejo -que se hacía principalmente en empresas del sector digital-, el equipamiento ve amenazado el 80% de sus ingresos. «La continuidad del centro es inviable manteniendo el funcionamiento actual», ha lamentado el director general del campus universitario, Oriol Alcoba.
Esta letal sentencia nace a partir de una demanda promovida desde la inmobiliaria Núñez y Navarro que impugnaba la modificación del Plan General Metropolitano (PGM) que aprobó en su momento elAyuntamiento de Sant Cugat para permitir a Esade dedicar estos terrenos al alquiler de oficinas. Con este movimiento de la constructora, que se enmarca en una batalla judicial histórica con el consistorio vallesano, la justicia les acaba dando la razón y dirime que este espacio debe limitar a usos académicos.
Ante este nuevo escenario, el valor del complejo se ha hundido de los 32 millones de euros iniciales a 14 millones y ha provocado unas pérdidas extraordinarias de 17 millones de euros sólo en el último ejercicio de Creapolis. Ahora, presentado el concurso, la escuela de negocios confía en que el juez les permita controlar el centro y dedicarlo a fines formativos.
Esta deuda, que vence en el 2037, se ha intentado renegociar sin éxito con los tres principales acreedores -Institut Català de Finances, CaixaBank y BBVA- con la voluntad de pagar 10 millones y tomar el control del edificio. Una propuesta que ha terminado siendo rechazada.
Sin embargo, la actividad se mantiene y el centro continúa al corriente de los pagos. Sin embargo, cabe apuntar que las 47 empresas que ocupan actualmente las instalaciones, el 80% de la ocupación del espacio, podrán seguir haciéndolo, ya que la sentencia sólo afecta a los contratos posteriores a octubre de 2021.