El presidente de las Filipinas, Rodrigo Duterte, ha ordenado a la policía ya las autoridades locales que arresten a cualquier persona no vacunada que salga a la calle. La drástica medida, según las autoridades del país sudasiático, busca frenar elexpansión de la Covid-19 después de que se haya batido el récord de infecciones diarias de los últimos tres meses. El país tiene cerca de 50 millones de vacunados, el 45% de toda la población. Ya en verano, el presidente filipino avisó de que los no vacunados podían «ir a la India oa otro sitio».
«Si rechazan -obedecer el confinamiento- y salen de casa, pueden ser retenidos, y si siguen desobedeciendo, ahora pueden detener a estas personas tan recalcitrantes», ha dicho el presidente del país, que ha registrado más de 17.000 positivos en un día, la cifra más alta desde septiembre. Filipinas es el segundo país de la región más afectado por la pandemia, detrás de Indonesia.
La presión contra los no vacunados se ha intensificado en algunos países. En Francia el presidente, Emmanuel Macron, dijo hace dos días que su objetivo es “fotre” los antivacunas y ha apostado por restringir al máximo las actividades que pueden realizar los no vacunados. Italia ha anunciado la vacunación obligatoria de los mayores de 50 años y Alemania está debatiendo si toma una medida similar.