Ya lo dicen, que hay trabajo por todo. La fundación británica Antártico Heritage Trust ofrece seis meses de trabajo en una de las delegaciones de Correos más lejanas de todo el planeta: la Oficina de Correos de los Pingüinos a la isla de Goudier, en la Antártida. Es territorio británico desde la Segunda Guerra Mundial, cuando una operación de las autoridades del Reino Unido decidió sentar bases en la Antártida. Desde 1945, entonces, colocaron una oficina en Puerto Lockroy, que ahora funciona también como museo. ¿Cuál es la oferta de trabajo? Cuatro ocupantes para los meses de verano, entre noviembre y marzo de 2023.
Optar a ese trabajo no es fácil. La oficina de la‘AHT recibe unas 2.500 solicitudesEs cada temporada y sólo puede aceptar cuatro. Las condiciones, aunque sean terribles a nivel de aislamiento –aunque recibe turismo– y meteorología, tampoco tiene un sueldo demasiado alto. Entre 1.250 y 1.800 libras al mes, dependerá de cuestiones de responsabilidad. Suponen unos 1.485 o 2.135 euros. Todos los gastos de desplazamiento, alojamiento, comida y ropa de abrigo están abonados de forma íntegra por la oficina. Camilla Nicholdirectora de la fundación, lo afirmaba en The Washington Post: «No hay mucho tiempo ni para relajarse. Se trabaja hasta 12 horas diarias».
¿Qué hacer? Gestionar miles de cartas y postales que llegan cada año al edificio. Además, es necesario gestionar a todos los turistas que llegan a la isla, que es minúscula, y escribir informes medioambientales que ayudarán a los investigadores que aterrizan las temporadas posteriores. Llas exigencias son severas: se pide experiencia en entornos similares, habilidades comunicativas, un inglés de buen nivel, conocimientos de salud y, entre otras muchas cosas, ser consciente de cómo se vive en Port Lockroy. Colaborar en los informes de investigación de los expertos de medioambiente y animalistas que trabajen en el continente. Sí, una de las tareas es contar a los pingüinos de la islade los únicos animales que pueblan la zona.
Un fragmento de la isla Foto: Google Maps
No hay agua potable, electricidad, teléfono móvil ni internet. Es decir, habrá que renunciar a las redes sociales ya las condiciones de vida de comodidad o zona de confort. Una emergencia médica puede ser fatal en estas condiciones: el hospital más cercano puede estar a siete días de viaje. No se puede fumar ni tener ninguna actividad libre. Los cuatro deben dormir en dos literas y lo peor: compartir el mismo aseo.