La comisión que investiga laoperación Kitchen -la trama de presunto espionaje ilegal del PP a Luis Bárcenas pagada con fondos públicos a través del Ministerio del Interior– ha concluido este miércoles que el expresidente del gobierno español, Mariano Rajoy, y la ex secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, tenían constancia del espionaje en Bárcenas. El objetivo entorpecer las investigaciones judiciales que se estaban llevando a cabo sobre la financiación irregular de la formación conservadora.
El dictamen sostiene que el Ministerio del Interior que comandaba Jorge Fernández Díaz montó un dispositivo en el año 2013 para espiar a Bárcenas y robarle y destruir aquella información comprometedora sobre la caja B del PP. La operación, según la comisión, se dirigió desde la sede del PP -Cospedal informaba a Rajoy-, el Ministerio del Interior -con Fernández Díaz, y la Dirección Adjunta Operativa de la Policía Nacional -con el comisario Eugenio Pino al frente.
El texto se ha aprobado con los votos favorables del PSOE, Unidas Podemos y Bildu. Los PP, muy crítico con la comisión, Vox y Ciudadanos han votado en contra, y ERC, el PNV y el Grupo Mixto se han abstenido. Ahora, las conclusiones se elevarán al pleno del Congreso, que tendrá que votar. De todas formas, esto no será hasta pasadas las vacaciones de Navidad.