La fiscalía belga insiste en pedir la extradición del rapero Josep Miquel Arenas, alias Valtónico, por enaltecimiento del terrorismo e injurias a la corona. El ministerio público de Bélgica ha confirmado al ACN que ya ha presentado las alegaciones de su último recurso al Tribunal de Casación contra la denegación de la euroorden en segunda instancia. En concreto, la fiscalía belga dice que el Tribunal de Apelación de Gante no justificó lo suficiente que los delitos de enaltecimiento del terrorismo e injurias a la corona «no sean punibles según la ley belga».
Ahora es el turno de la defensa de Valtònyc para rebatir estos argumentos por escrito y el próximo martes se celebrará la vista en el Tribunal de Casación de Bruselas. Desde el ministerio público esperan que el alto tribunal se pronuncie el mismo día. Si Casación rechaza el recurso de la fiscalía, eleuroorden contra Valtònyc quedará definitivamente rechazada.
En cambio, si la acepta, el caso volverá a manos del Tribunal de Apelación de Gante, que deberá revisar la sentencia. Es decir, una decisión desfavorable por Valtònyc en Casación no significaría elextradición inmediata, sino que debería repetirse el juicio.
La justicia española reclama Valtónyc por una condena de tres años y medio de cárcel por delitos de enaltecimiento del terrorismo, injurias a la corona y amenazas por las letras de sus canciones. El pasado 28 de diciembre el Tribunal de Apelación de Gante rechazó su extradición a España al considerar que ninguno de los tres delitos es punible en Bélgica.
En el caso de enaltecimiento del terrorismo, la sentencia recuerda que no existe en la legislación belga. De hecho, el tribunal de Apelación de Gante preguntó al Tribunal de Justicia de la UE si podía aceptar la extradición rápida por ese delito, tal y como pedían las autoridades españolas. Luxemburgo dijo que no. Por eso, en este punto la sentencia se limita a recordar que esta conducta «no es punible» en Bélgica.
En relación al delito de injurias en la corona, la sentencia señala que en el país sí existía la ley de insultos al rey, que databa de 1847 e imponía penas de hasta tres años de prisión. Sin embargo, el mismo tribunal tuvo dudas sobre su aplicación y preguntó al Tribunal Constitucional sobre su legalidad. El TC belga dictaminó que era inconstitucional porque no respeta la libertad de expresión y contraviene el Convenio Europeo de Derechos Humanos.
«La difamación y los insultos a la corona no están castigados por otra disposición que esta ley en el derecho interno belga«, subraya la sentencia a la hora de descartar la extradición por este delito. Y añade: «Los derechos fundamentales de la persona interesada (incluido su derecho a la libertad de expresión) serían vulnerados si fuera entregado en base a la disposición legal mencionada».
Por último, el tribunal de Gante sostiene que las amenazas «verbales» de Valtònyc no imponían ninguna «condición» y, por tanto, tampoco son punibles para la legislación belga. «En consecuencia, este tribunal, rechaza la ejecución de los mandatos», concluye la sentencia que confirma la sentencia de primera instancia de la justicia belga y declara «infundado» el recurso de la fiscalía.