Unos 7,8 millones de euros del plan que la Generalitat puso en marcha por trasladar residentes en hogares de ancianos con Covid-19 a otros centros más capacitados para atenderlos fueron a parar a sufragar plazas que no se cubrieron.
Según ha publicado este domingo El Periódico, se trata de la partida que el Departamento de Salud destinó aostejar camas en residencias para usuarios con Covid-19 procedentes de otros centros. Fuentes del Govern han defendido a ACN este sistema porque ha permitido «esponjar espacios y mantener plazas vacías para evitar contagios» y ha resultado efectivo para evitar el colapso de las residencias.
Según el rotativo, del total de plazas concertadas con este sistema en establecimientos privados por unos 10,6 millones de euros, se ocupó el 18,8% por importe de 2,7 millones. Así, el 81,2% quedaron en desuso. Las residencias de referencia están repartidas por todo el territorio: La Pobla de Segur, Girona, La Garriga, Barcelona, Reus, Tortosa, Mollet del Vallès, Cardedeu, Deltebre, Sant Adrià de Besòs, Hospitalet de Llobregat, Pont de Suert, Sort, Viladecans, Bagà, Igualada, Cerdanyola del Vallés, Puigcerdà, Manresa, Guissona, Vic, Gavà, Rubí, Palau-solità y Plegamans, Sabadell, Premià de Mar y Tiana.
Desde la Generalitat han defendido este sistema y han explicado que durante esta primavera se prescindirá por «el estancamiento de la situación pandémica y la relajación de las medidas Covid». De hecho, las plazas contratadas se han ido reduciendo durante los últimos meses.
«Este servicio era necesario ante futuras oleadas del virus y de la incertidumbre que las nuevas variantes pudiera tener sobre la población», insistieron las citadas fuentes. El objetivo de este sistema era proteger los hogares de ancianos menos capacitados para hacer frente a brotes de coronavirus trasladando a las personas infectadas a una de las 34 residencias aparentemente mejor preparadas.