Los motoristas están implicados en el 36% de los accidentes en Barcelona aunque sólo realizan el 6% de los desplazamientos, según datos correspondientes a los últimos años recogidos en un estudio del RACC. El documento muestra que la mitad (47%) de los motoristas considera peligroso circular por la ciudad. Los lugares que ven más peligrosos son la plaza de Espanya, las Rondas y la calle de Aragó y el 53% de los motoristas creen que los giros en cruces con carriles bici de doble sentido son inseguros y también encuentran que lo son para ciclistas y patinetes. Sobre el túnel de Glòries, el presidente del RACC, Josep Mateu, afirma que «ha hecho aflorar problemas que ya existían» y alerta de la carencia de fiabilidad del transporte público para entrar en Barcelona.
El estudio del RACC sobre el uso de la motocicleta presentado este jueves destaca la elevada presencia de este vehículo en la ciudad de Barcelona. El número de motos en el censo municipal ha aumentado un 6,7% en la última década y es el único modo de transporte que ha crecido, además de las furgonetas. En 2020, había censadas 271.090 motocicletas y ciclomotores, el 33% del parque de vehículos, mientras que en el conjunto de Cataluña representan el 20% y en el Estado, el 15%, indica el estudio, presentado por el responsable de proyectos de movilidad del RACC, Ricard Casalins. Además, Barcelona es la ciudad europea con una mayor ratio de motos por habitante, 0,17, por delante de Roma y Milán (0,13); Valencia (0,12) o Madrid (0,8).
Esta elevada circulación de motos va acompañada de una alta siniestralidad y es aquí donde quiere incidir el RACC. En el global de los últimos 12 años, desde 2010, más de la mitad (51,4%) de las víctimas mortales en accidentes de tráfico en Barcelona fueron motoristas y en 2021, 8 de las 12 personas que perdieron la vida en el asfalto circulaban en moto.
En 2019, antes de la pandemia, las motos representaban el 6% de los desplazamientos en la ciudad. En el global de los últimos años, han sufrido el 36% de los accidentes -un porcentaje que se ha movido entre el 35% y el 37% desde 2010-. El estudio advierte que el riesgo de sufrir un accidente circulante en moto es seis veces mayor que en coche. Los puntos de mayor concentración de accidentes con víctimas mortales de motoristas en Barcelona son los cruces de calles (37%).
En el estudio, el RACC ha observado el comportamiento de un total de 13.276 motoristas en hora punta -de 7:30 ha 10 hy de 17 ha 20 h- y por la noche -de 22 ha 24 h-, en 11 localizaciones diferentes. También ha realizado 600 encuestas a motoristas, en 12 localizaciones repartidas por los 10 distritos de la ciudad.
La mayoría de las observaciones del estudio muestran conductas correctas, sin embargo, en cuanto a las que no lo son, las más frecuentes son no respetar el paso de peatones (45%); circular entre carriles (44%); haciendo zigzag (37%); por el carril bus (36%) y girar o cambiar de carril sin indicarlo con el intermitente (28%). El presidente del RACC ha añadido una conducta que puede ser peligrosa y que está observando muy últimamente que es circular con un pie o las dos piernas fuera de la moto.
Por lo que respecta a las recomendaciones, el RACC propone invertir en las infraestructuras para hacerlas más seguras y propone rediseñar los espacios de mayor peligro, cómo son los cruces; repensar y revisar el estado de elementos como las almohadas berlineses o las bandas para reducir la velocidad. También, mejorar la señalización; en este sentido, Mateu ha puesto como ejemplo que «no se puede pintar una nueva señalización» sin haber eliminado por completo la anterior. Además, advirtió de que algunas barandillas que se han instalado en la pacificación de las escuelas son peligrosas para niños y motoristas.
El RACC pide fomentar elementos de protección, como un correcto equipamiento del motorista y la formación. Sobre la convivencia en el espacio público, reclama más plazas de estacionamiento en lugares donde sean necesarias. Sobre el túnel de Glòries, que el pasado domingo abrió la circulación de entrada a la ciudad y que el lunes, el primer día laborable con la nueva infraestructura a pleno rendimiento, registró retenciones, Mateu considera que ha hecho aflorar problemas de movilidad que ya existían. Sobre la circulación de motos por el carril bus, que se intensificó frente a las retenciones, ha dicho que el consistorio ha sido tradicionalmente «permisivo».
El presidente del RACC ha achacado el uso del vehículo privado para entrar en la ciudad los días laborables a la falta de fiabilidad percibida en el transporte metropolitano. «La gente entra en coche en Barcelona porque no tiene suficiente confianza en el transporte público, por un tema sanitario de la pandemia y por fiabilidad: no le encuentra fiable en precio, comodidad ni tiempo», ha señalado.