Las problemáticas derivadas de la desigualdad social y la precariedad son más frecuentes en Barcelona de lo que muchos imaginan, pero también es cierto que golpean más en función del barrio. Así lo señala elencuesta sociodemográfica de Barcelona de 2020, encargada por el Ayuntamiento de la ciudad y hecha pública este sábado, según la cual un 25,8% de los ciudadanos de la capital catalana se encuentran en riesgo de pobreza o exclusión social. Un porcentaje que sube hasta el 49,2% en el caso del distrito de Ciutat Vella y al 43,7% en Nou Barris y que es más baja sobre todo en Sarrià-Sant Gervasi (14,5%), Gracia (16,3%) y elEnsanche (18,5%).
Esta es la segunda edición de la encuesta sociodemográfica de Barcelona, que se realizó por primera vez en 2017, y se trata de un completo estudio sobre la calidad de vida, las condiciones de vida y las características de los hogares de la ciudad y de las personas que residen en ella. En este caso, la recogida de información se hizo entre noviembre de 2020 y febrero de 2021 en una elevada muestra de11.092 vecinos de 4.671 viviendas representativos de la realidad municipal, una cifra superior a la de prácticamente todas las encuestas similares en la capital.
En cualquier caso, a pesar de la tasa del 25,8% de población en riesgo de pobreza o exclusión social, el porcentaje es inferior al detectado en 2017, cuando se encontraba el 28%. Este indicador, también llamado tasa AROPE (por sus siglas en inglés) mide la cantidad de personas que se encuentran en riesgo de pobreza, en situación de privación material severa o en un hogar de baja intensidad del trabajo. Sin embargo, el dato de la última encuesta hace referencia a la realidad de hace más de un año, entre la segunda y la tercera ola de la pandemia de coronavirus.
Desgranando cada uno de los elementos que conforman la tasa AROPE, y tal y como se puede observar en el mapa inicial, los distritos con más vecinos en riesgo de pobreza son de nuevo Ciutat Vella (44,4%) y Nou Barris (38,4%), y en la parte baja se sitúan Sarrià-Sant Gervasi (11,3%) y Gràcia (12,3%). Un 8,6% de la ciudad, además, se encuentra en riesgo de pobreza severaalcanzando el 23,9% en Ciutat Vella y el 15,5% en Nou Barris, e incluso un 4,4% se sitúa en riesgo de pobreza extrematasa que casi se cuadriplica en Ciutat Vella (16,2%).
La categoría de privación material severa engloba a aquellas personas que no pueden acceder a cuatro de nueve ítems considerados de consumo básico. Los más comunes son la incapacidad para afrontar una gasto imprevisto de 700 euros (25,2% de los barceloneses), de hacer una semana de vacaciones anual (21,5%), de mantener el hogar en una temperatura adecuada (13,4%), de comprar un automóvil (12,7%), de pagar a tiempo los recibos de la energía (9,3%) o de comer carne o pescado cada dos días (4%), mientras que casi nadie cumple otras tres condiciones como no disponer de lavadora, de televisor o de teléfono.
En total, un 6,9% de ciudadanos sufre cuatro de estas nueve privaciones, por lo que se encuentra en situación de privación material severa, si bien el porcentaje sube hasta el 21,1% en el caso de Ciutat Vella y hasta el 18,2% en Nou Barris, mientras que les ocurre escasamente a un 1,9% de vecinos de Gràcia, el 2,1% de Sarrià-Sant Gervasi y el 2,7% de las Cortes.
De hecho, un 20,1% de hogares con hijos de Ciutat Vella y un 19,6% en Nou Barris tienen dificultades para atender las necesidades de estos niños. En parte porque un 20,4% de los primeros y un 16,6% de los segundos viven en viviendas con baja intensidad del trabajo, que incluyen aquellos en los que los adultos residentes trabajaron menos del 20% de las horas posibles durante el último año. En esta categoría, se sitúa en tercer lugar el distrito de Les Corts, con un 12,3% de los hogares en esta situación, por encima de San Martín (11,3%) y de la media de la ciudad (10,2%).
Más diferencias entre distritos
Más allá de estas variables que responden a modelos de encuesta homologados a nivel internacional, el sondeo recoge también información de aspectos más puntuales pero que igualmente evidencian una fuerte heterogeneidad interna en Barcelona. Así, mientras un 77,9% de vecinos de Sarrià-Sant Gervasi disponen de mutua privada y prácticamente la mitad tienen contratada alguna persona que les limpia el hogar, esto sólo ocurre en un 29,1% y un 8,9% de los casos en Nou Barris, respectivamente. A su vez, Ciutat Vella es el distrito con menos viviendas con televisión de pago (40,6%), lavavajillas (26,5%), coche particular (21,1%) o motocicleta (13,6%), mientras que la bicicleta es más común en Les Corts (43,1%).
Uno de los elementos que más ha acentuado últimamente las dificultades económicas de las personas con menos recursos sobre todo en Barcelona es el elevado precio de la vivienda. Esta cuestión, además, afecta a la mayoría de la población, puesto que un 40,1% vive de alquiler y, pese a que el 55,8% dispone del piso en propiedad, un tercio de éstos todavía están pagando la hipoteca. En cualquier caso, la encuesta refleja también grandes diferencias en los recursos destinados por los vecinos de cada distrito a esta cuestión, siendo los alquileres más baratos en Nou Barris (539,3 euros) y Sant Andreu (645,8) y, otro extremo, se encuentran los de Sarrià-Sant Gervasi (1.106,7) y el Eixample (928,4). El coste de las hipotecas son similares, excepto en el Eixample, Sants-Montjuïc y Sant Martí, donde son más de 100 euros inferiores a los de sus alquileres, mientras que en Sarrià-Sant Gervasi son 134 euros más caras.
La vivienda sube más que los sueldos
En todo caso, el precio de la vivienda desde 2017 no ha evolucionado en paralelo al de los salarios, especialmente en cuanto a los alquileres, que han llegado a subir hasta un 29,3% en Sants-Montjuïc, un 27,6% en Nou Barris, un 27,1% en Sant Martí, un 26,4% en Gracia o un 23% en Horta-Guinardó, mientras que las retribuciones subían muy por debajo en cada distrito. De hecho, incluso habrían caído un 3,5% en Sarrià-Sant Gervasi y un 1% en el Eixample.
En los casos más extremos, el coste del alquiler ha crecido 22 puntos más que los salarios en Sant Martí, mientras que el de las hipotecas lo han hecho 33 puntos más que los sueldos en Ciutat Vella. Precisamente la retribución media a este distrito calculada por unidad de consumo (ponderante por los integrantes del hogar) se sitúa apenas por encima de los 1.000, como la de Nou Barris, muy lejos que la de Sarrià-Sant Gervasi o Les Corts, donde ronda 1.850 euros.
Más allá de los distritos, la situación económica también impacta en función de características como la edad o la nacionalidad. El porcentaje de barceloneses deentre 25 y 34 años en riesgo de pobreza o exclusión social alcanza el 32,2%, pero cae a casi la mitad en los grupos de entre 55 y 74 años. La tasa AROPE no se muestra según las diferentes situaciones de ciudadanía, pero casi casi la mitad de vecinos con nacionalidad de fuera de la Unión Europea están en riesgo de pobreza, por sólo un 18,4% de quienes tienen ciudadanía española o el 17,3% de quienes la tienen europea. Incluso un 23,7% de migrantes no comunitarios están en riesgo de pobreza severa y un 22,4% con privación material severa.
Las condiciones socioeconómicas también impactan en aspectos como elestado de salud. Así, un 83,6% de barceloneses perciben que tienen un estado de salud bueno o muy bueno, pero este porcentaje cae hasta el 75,5% en el caso de los hogares situados en barrios en los que la renta disponible media es muy baja.
Igualmente, la precariedad se muestra a menudo en el fenómeno multi-hogaranalizado en esta encuesta, que identifica aquellas viviendas donde conviven núcleos distintos con economías y espacios diferenciados (aparte de los compartidos). Un 3,5% de las viviendas de la ciudad cumplen estas características, aunque el porcentaje sube hasta el 8% en Ciutat Vella, el 5% en el Eixample y el 4,5% en Sarrià-Sant Gervasi.
Poca gente se siente sola a pesar de vivir en ella
El fenómeno contrario serían las casas unipersonales, que representan un 24% del total (3,6 puntos menos que en 2017). Un 72,4% de ciudadanos, por tanto, vive acompañado y, sin embargo, un 77% de la población asegura que no se siente sola nunca o casi nunca, mientras que tan sólo un 3,9% se siente a menudo o muy a menudo, según declara en la encuesta. Cabe recordar, en todo caso, que las entrevistas se realizaron en un momento complicado de la pandemia, con restricciones vigentes y meses después de confinamientos duros.
Además, los preparativos y el trabajo de campo del sondeo han permitido realizar una aproximación a la cantidad real de gente que vive en Barcelona. En el momento de hacerse, habría 1.783.566 barceloneses, aunque tan sólo un 94,3% de ellos estarían empadronados en la ciudad. Entre los 90.171 que no lo estarían, el porcentaje es especialmente alto (del 30%) en los del grupo de entre 25 y 34 años. Igualmente, el número de vecinos que han vivido siempre en la capital catalana ha caído del 55,8% al 49,6% desde 2017, mientras que el número deviviendas vacías o con otros usos no residenciales es de 29.613, un 7,2% menos que tres años antes.