Elestación de esquí de La Molina (Cerdanya) conmemora este sábado el 75 aniversario del primer telesilla del Estado. Lo hace con una fiesta en la que decenas de amantes de este deporte se han vestido de época y han bajado por la pista Larga. Una fiesta que ha homenajeado al Telesilla Turó de la Perdiuque supuso un antes y un después en el transporte por cable en las estaciones.
Este tipo de acto no es el primero que se realiza en La Molina. El 2018 la estación ya celebró los tres cuartos de siglo del primer remonte del estado español que entraba en funcionamiento. El equipamiento supuso un importante avance para la Molina, ya que acercaba a las personas usuarias a uno de los puntos más altos de la estación sin necesidad de coger el telesquí.
El punto de partida se encontraba en la zona del Bar Bona Sort, un punto de restauración muy concurrido y apreciado por los esquiadores, en la cota 1.436 my llegaba hasta el Turó de la Perdiu, zona donde se estaba trabajando para habilitar nuevas pistas de esquí. Este remonte, que se bautizó con el nombre de la montaña Turó de la Perdiu, de 1.733 metros, facilitó el acceso a las pistas Standard, Cascanueces, Costa Rasa y Pista Llarga, donde se ha hecho la bajada este sábado.
La instalación, que contaba con 140 sillas monoplaza, fue producto del ingeniero suizo Karl Weisse, que tres años antes también había hecho la obra del remonte de Fontcanaleta, el primero en España. Para su construcción, se inspiró en el aéreo de Sun Walley de Estados Unidos, ya que le había visto en una película. El 21 de diciembre del año 1995, esta instalación se cerró al público para dar paso a infraestructuras más modernizadas.
El director de la Molina, Xavi Perpiñán, destaca que la estación siempre se ha caracterizado por «un estilo innovador» y es «líder» en este usentido. «Estamos mucho orgullosos de ser lo que somos y también nos ha caracterizado ser siempre líderes en competiciones y eso aporta valor al esquí, indudablemente», remarcó.