Las Tierras del Ebro son el territorio escogido para la prueba pilot que ONU-Hábitat quiere impulsar para adaptar su Programa Global de Resiliencia urbana en territorios extensos y no sólo en ciudades, como se ha hecho hasta ahora. El vicepresidente del Gobierno y consejero de Políticas Digitales y Territorio, Jordi Puignerólo ha anunciado hoy en Nueva Yorkdonde ha firmado un memorando de entendimiento con la directora ejecutiva deONU-Hábitat, Maimunah Mohd Sharif. Puigneró se encuentra estos días en Estados Unidos con motivo de la celebración de la reunión de alto nivel convocada por el presidente delAsamblea General de la ONU para la implementación de la Nueva agenda urbana.
El Programa Global de Ciudades Resilientes tiene como objetivo incorporar la resiliencia urbana en las políticas de urbanización sostenible. El Programa está alineado con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), elAcuerdo de París contra el Cambio Climático y la Nueva Agenda urbana.
Este programa de Naciones Unidas ayuda a las ciudades, y ahora a los territorios, a aumentar su resiliencia diagnosticando el estado de su sistema urbano frente a los retos territoriales, económicos y sociales; impulsando acciones, y construyendo conocimiento conjunto con el territorio para la formulación de políticas.
Para ello, emplea una metodología con diversas fases. La primera es la recogida de información sobre la zona, con la participación de todos los actores del territorio, seguida de un diagnóstico de las debilidades y oportunidades ante las transformaciones económicas, territoriales y sociales. Después, expertos de la ONU ayudan a elaborar las recomendaciones de actuaciones prioritarias. Estas recomendaciones van en la línea de gestionar los riesgos de las diversas transformaciones que encara el territorio, adaptarse a ellas y planear el desarrollo sostenible de la zona con la implicación de todos agentes del territorio, tanto desde los distintos niveles de administraciones como de la sociedad civil.
Las Tierras del Ebro, un territorio a preservar
Hasta ahora, la metodología del Programa se ha probado en ciudades y entornos urbanos muy diferentes de todo el mundo, de diversos tamaños, situaciones geográficas y contextos climáticos, como Dakar, Asunción, Medellín o Barcelona.
Ahora, ONU-Hábitat y la Generalitat de Catalunya, mediante la Dirección General de Nación Digital y Agenda Urbana, colaborarán para adaptar la metodología del Programa a territorios y áreas más extensas que las ciudades y que presenten también vulnerabilidad frente al cambio climático. El objetivo es adaptar los indicadores y recomendaciones a esta nueva escala de trabajo, teniendo en cuenta que también involucrará a actores más diversos y diferentes escalas de gobierno.
Las Tierras del Ebro son un entorno frágil a preservar y complejo, que combina zonas de gran valor natural con áreas urbanizadas, convirtiéndose en un territorio idóneo para esta primera prueba piloto a nivel global. En este sentido, el vicepresidente Puignerón ha explicado que se trata de «cuatro comarcas con singularidades muy distintas». «Se trata de ver cómo aplicamos la Agenda urbana no sólo a una ciudad sino a un sistema de municipios muy distintos, pero interconectados», añadió.
Según la directora general de Nación Digital y Agenda Urbana, Maria Galindo«Las Tierras del Ebro tienen gran interés para las Naciones Unidas por sus retos económicos, sociales y demográficos, que las convierten en un lugar idóneo donde desarrollar este proyecto» piloto. Algunos de estos retos que se analizarán son «la existencia de un entorno natural frágil que hay que preservar» donde también convive «la economía tradicional junto con nuevas oportunidades económicas», los «retos poblacionales», muy diferentes de los municipios del interior de los de la costa, la «identidad específica» de las Terres de l’Ebre o «el reto energético, cuando cierren las centrales nucleares”, ha enumerado Galindo.
El programa dura cuatro años. Durante el primer año, se trabajará en la recogida de datos y la diagnosis de la situación de las Terres de l’Ebre mediante el trabajo conjunto con los expertos de Naciones Unidas.
Memorándum de entendimiento
La prueba piloto en el Ebro se enmarca en el memorando de entendimiento entre ONU-Hábitat y el Govern, representado por los departamentos de la Vicepresidencia y de Políticas Digitales y Territorio y de Acción Exterior y Govern Obert, que ha firmado hoy el vicepresidente Puigneró .
Según este acuerdo, el Govern contribuirá con 1,2 millones durante cuatro años al mantenimiento en Barcelona de la sede del Programa Global de Ciudades Resilientes, aportados a partes iguales entre ambos departamentos. Por su parte, ONU-Hábitat utilizará Cataluña como modelo para el enfoque regional del Programa Global de Ciudades Resilientes, a través del Departamento de la Vicepresidencia y de Políticas Digitales y Territorio. El Departamento de Acción Exterior y Gobierno Abierto apoyará las actuaciones que desarrolle el Departamento de Políticas Digitales y Territorio.
En materia de acción exterior, el acuerdo con ONU-Hábitat refleja el interés de la Generalitat en la atracción y el mantenimiento de programas e iniciativas de ámbito global vinculadas a Naciones Unidas en Cataluña. En este sentido, el Govern quiere que Cataluña se sitúe como un espacio de referencia en el establecimiento de sedes y programas de organismos internacionales y como lugar de celebración de cumbres globales. El Programa Global de Ciudades Resilientes de Naciones Unidas es, pues, un ejemplo que plasma esta voluntad.
El pistoletazo de salida del proyecto se dio el pasado 22 de abril en el primer encuentro informativo de los representantes de la Generalitat y el equipo de ONU-Hábitat, que tuvo lugar en el Recinto Modernista de Sant Pau, sede del Programa de Ciudades Resilientes.