Las seis estaciones de Ferrocarriles de la Generalitat (FGC) han cerrado las vacaciones de Navidad con 175.039 usuarios. Esto supone un incremento de un 32% respecto a 2019, antes de la pandemia. Desde la dirección destacan que se trata de unos datos «muy buenos» y recuerdan que hace dos años ya fue «un gran año». Por eso, la directora de FGC, Marta Subirà, da por hecho que esta temporada puede ser «muy buena», ya que las previsiones desde ahora y hasta que acabe son «muy optimistas». «Hemos alcanzado las expectativas que teníamos y que era volver a los datos prepandemia. Las estaciones estaban preparadas y la ciudadanía tenía ganas de pisar nieve y disfrutar al aire libre. Esta combinación ha sido la clave del éxito», ha remarcado Subirá.
Por estaciones, un total de 62.685 personas han visitado La Molina durante las vacaciones, lo que significa un incremento notable de cerca del 73% respecto al mismo período de 2019. Desde FGC, vinculan este éxito a la amplia oferta de pistas e instalaciones abiertas y el «gran atractivo» que significa para todo tipo de público. En este punto, destaca la experiencia de subir al cima de la Tosa de Alp con el Telecabina Cadí-Moixeró, una de las atracciones con mayor demanda de la estación de la Cerdanya. En cuanto a las instalaciones del Ripollès, Vallter también ha visto crecer el número de visitantes y ha llegado a los 20.194 forfaits vendidos. Esto supone un incremento de un 66% más que en 2019.
En cambio, Vall de Núria ha registrado una caída de un 5% de visitantes en relación a hace dos años. Una bajada que Subirà matiza que se debe principalmente a la implementación de un sistema automático de control de aforo en los trenes cremallera, que limita el número de plazas vendidas. De esta forma, se prioriza la comodidad del usuario para evitar masificaciones de gente en el espacio natural.
En la comarca del Pallars Sobirà, los 14.649 visitantes que ha acogido Espot han supuesto un aumento del 48% respecto a hace dos años y los más de 27.481 usuarios de Port Ainé han mejorado hasta un 43% los recibos en vacaciones de Navidad de 2019, que ya fue un «buen año». Además, los visitantes han contado con casi el 90% de pistas y remontes operativos, una mayor capacidad para acoger esquiadores en días de punta en la estación de Port Ainé gracias al nuevo aparcamiento y una importante propuesta de actividades por realizar.
Por último, la estación de Boí Taüll en la Alta Ribagorça ha acogido la visita de 26.770 personas, lo que supone una caída de un 11% en relación a la temporada 2019-20, cuando tuvo uno de los mejores períodos navideños recordados con espesores de 160 cm de nieve y el 85% del estación abierta al público. Subirà considera que esta bajada responde a la menor oferta de pistas y remontes disponibles debido al episodio de viento de mediados de diciembre.
Las buenas noticias, además, se complementan con unas buenas expectativas de fin de temporada. Subirà señala que los meses que quedan esperan que sean un éxito y seguirán recibiendo visitantes. Cabe recordar que, además del campeonato europeo en Boí Taüll, están previstos circuitos de competiciones de esquí alpino, montaña y snowboard a nivel regional que completan la ya de por sí amplia oferta turística en el Pirineo de Cataluña, destaca Subirà.