Este martes se ha hecho pública una encuesta del ICIP y EsadeEcPol sobre percepciones políticas. Uno de los datos que ha sorprendido es el bajo índice de «simpatía» que generan los catalanes en el resto de ciudadanos del Estado. Los catalanes no puntúan por encima del 50 el nivel de cariño con los ciudadanos de ningún otro territorio, siendo los de Madrid aquéllos que quedan más abajo, aunque con un 50,4 de media.
En cambio, sólo los vascos puntúan a los catalanes por encima del 50, con un 56,4, mientras que todo lo demás lo hacen por debajo, tanto los valencianos (46,3), los gallegos (46,2), los madrileños (45,2), los andaluces (41,6) o especialmente los extremeños (34,7). En ningún otro caso los habitantes de un territorio caen por debajo del 50 por parte de nadie, sólo los catalanes y por casi todo el mundo.
Pero no es nuevo. El director del CEOel ente demoscópico del Gobiernoel politólogo Jordi Muñozha recuperado en las redes una encuesta del CIS, su equivalente español, del año 1994 sobre la «simpatía» que producían en el conjunto los ciudadanos de cada territorio. En una escala de 0 a 10, de muy mal a muy bien, el 13% puntuaba a los catalanes con 0 o 1.
Luego ya vendían los vascos con el 8,3%. Los menos maltrechos eran los asturianos. Eran abundantes las calificaciones entre 2 y 3 para los catalanes y, por la franja alta, la cosa ya quedaba más igualada. Los andaluces eran los que más gustaban. Esta «simpatía» menor hacia los catalanes, pues, ya se proyectaba en una encuesta de fa 28 años.