Los farmacéuticos celebran que la Comisión Interministerial de Precios de los Medicamentos (CIPM) haya limitado el precio de los test de antígenos a un máximo de 2,94 euros, pero creen que la medida llega tarde. «Cuando se detectó la transmisibilidad de ómicron ya debería haberse facilitado un cribado masivo», consideró Òscar Doñate, farmacéutico y miembro de la junta Directiva de la Fefac (Federación de Asociaciones de Farmacias de Cataluña). El facultativo ha explicado que, coincidiendo con la medida, la distribución ha ajustado los precios y esto le ha permitido vender las pruebas «sin perder dinero». Con todo, ha denunciado que algunos compañeros, para conseguir mejores precios, «compraron miles a un coste más elevado y que ahora no saben qué hacer con ellos».
Este sábado por la mañana en la Farmacia Vinyals del Guinardó el goteo de clientes ha sido constante. La mayoría ha acudido o para comprar tests de antígenos o para que su facultativo, Òscar Doñate, les hiciera la prueba ‘in situ’. Algunos lo necesitaban por el trabajo, otros por la escuela porque un compañero suyo era positivo y otros sencillamente querían saber si estaban resfriados o habían cogido la cóvida.
El nivel de trabajo no ha sido, ni mucho menos, tan elevado como entre semana. El martes y el miércoles decenas de niños y niñas hicieron durante horas cola para realizarse el test de antígenos en la farmacia porque en dos escuelas cercanas se detectaron varios positivos. El farmacéutico ha celebrado que por fin el departamento Salud y el ministerio les deje asumir más tareas para ayudar a descongestionar a los CAP. «Nos estamos ofreciendo desde el inicio de la crisis para hacer cribados, vacunar o que sea necesario», ha recordado Doñate destacando que en Catalunya hay más de 3.000 farmacias que podrían «haber hecho mucho más trabajo» de la que han hecho . «Nos gustaría ser un engranaje más del sistema de salud», ha dicho lamentando que sólo se cuenta con los farmacéuticos «cuando están con el agua en el cuello». «Somos el establecimiento sanitario más cercano», resumió asegurando que podrían haber «acelerado mucho el sistema de vacunación».
El farmacéutico ha celebrado la regulación de precios de los macetas de antígenos por parte del gobierno español, pero ha considerado que debería haberse hecho antes para que la población pudiera tener un acceso más fácil. Doñate ha explicado que hasta ahora compraba las pruebas a un precio que iba de los 3,50 a los 4 euros y que algunos compañeros se han enganchado los dedos porque compraron miles para conseguir ese coste. «Yo tengo la suerte de que fui conservador con las compras», detalló añadiendo que les vende a 2,90 euros.
Quien también ve con buenos ojos la regulación del precio de las macetas rápidas es elÁlvaro Domínguez, que este sábado ha ido a hacerse un test por el trabajo. «Encuentro bien todo lo que sea bajar los precios y facilitar al consumidor que se pueda realizar el test y mejorar el diagnóstico», ha afirmado en declaraciones al ACN midiendo la medida. Con todo, a su juicio, la medida podría haberse puesto en marcha antes para evitar «el gran alud de casos» que hay con la variante ómicrón.
