El agua del grifo es gratis. Los bares y restaurantes ya están obligados a ofrecer «siempre» sin coste a los clientes. Según la Ley de Residuos y Suelos Contaminados para una Economía Circular, en vigor desde el 10 de abril, España se equipara así a los muchos países europeos donde ya era habitual esta práctica.
El objetivo de esta ley es reducir el consumo de envases desechables y que el agua potable sea más accesible. En 2018, algunas comunidades autónomas pusieron en marcha una campaña para conseguir la implantación de la medida remarcando que el agua es un derecho.
Pero la ley va más allá y también obliga a las administraciones públicas a incorporar más fuentes y envases reutilizables para fomentar el consumo de agua potable y evitar el consumo de envases desechables. Y es que en el 2023 se tendrán que reciclar el 70% de las botellas de plástico, el 90% en 2029. Si no se alcanzan los objetivos, se podrá implantar un sistema de depósito, devolución y retorno de los envases al Estado.
La venta a granel es otro de los puntos que incorpora la normativa. A partir del 1 de enero de 2023, todos los comercios minoristas de alimentación de 400 o más metros quadratos tendrán que dedicar, como mínimo, un 20% del espacio en ofrecer productos sin embalar. Además, también tendrán que aceptar que los clientes lleven sus fiambreras, botellas y bolsas de casa. Y, una cuestión importante: si el comerciante considera que los recipientes del cliente tienen mala higiene podrá rechazarlos.
Nuevos impuestos a los residuos
La nueva ley también incorpora dos nuevos impuestos a partir de 2023. Penalizan la producción de plásticos desechables no reutilizables y depositar residuos en el vertedero e incinerarlos. En el caso de los plásticos, será un impuesto indirecto: todos los plásticos fabricados o importados en la UE -como vasos- tendrán un impuesto de 0,45 euros por kilo.
Por otra parte, la normativa quiere desincentivar el hecho de dejar residuos en el vertedero y no reciclarlos. En 2025 debe haber disminuido un 13% el peso de los residuos de los vertederos, un 15% en 2030. Así, se prohíbe destruir a los vertederos excedentes no vendidos de productos como juguetes, textiles o aparatos eléctricos que pueden reutilizarse.
En este sentido, también se tiene en cuenta el derroche alimentario. El objetivo es rebajarlo a mitad de ahora y hasta el 2030. Así, se retira el IVA de las donaciones de productos alimenticios a ONG o bancos de alimentos.
Más recogida selectiva
Por último, la nueva ley incorpora apartados específicos sobre la recogida selectiva de residuos. Los ayuntamientos de municipios de más de 5.000 habitantes tendrán que separar los residuos -papel, metal, plástico, vidrio y orgánica- antes del 30 de junio de este año. En el resto de municipios tienen hasta finales de 2023 para gestionarlo.
El objetivo claro: el 2035 deben recogerse separadamente, como mínimo, la mitad de todos los residuos. Entre éstos el amiantoque se prevé retirarlo todo, como máximo, el 2028 en el caso de los espacios públicos con alto riesgo.