Filmin estrena este 11 de enero la serie Manhunt: The Night Stalker. En esta segunda temporada de la ficción volvemos a encontrarnos con el detective de policía Colin Sutton, encarnado por el ganador del BAFTA, Martin Clunes, protagonista de Manhunt. En esta ocasión, Sutton es reclamado para resolver una investigación que lleva 17 años abierta, el caso real del violador en serie Delroy Grant, que atemorió a Londres, Kent y Surrey en los años 90 y 2000 con una larga lista de atrocidades.
La serie, de 4 episodios de 45 minutos, recrea este caso real y cuenta con el propio equipo de Manhunt, encabezado por el prestigioso guionista Ed Whitemore (El estrangulador de Rillington Place) y el director Marc Evans (Safe House). A continuación os dejamos la crítica de la 1 temporada.
Una gran serie británica de ‘true crime’
Por si no era suficiente con todo lo que nos ha traído y tomado en el 2020, me enteré de que David Fincher no tiene ninguna intención de continuar lo que creo que es la serie de mi vida, Mindhunter. Una serie procedimental en la que no sólo se solucionan crímenes sino que somos testigos de la creación de la unidad de criminología del FBI. Mi duelo me llevó a buscar nueve contenidos procedimentales similares y por suerte fui a petar a manos de Filmin.
Manhunt no está a la altura de Mindhunter, a mi más humilde parecer, pero me hizo gozar de lo más de una nueva investigación criminal. Si bien la serie es de 2019, ha llegado a nuestro país a finales de 2020 y gracias a Filmin. La serie tiene sólo 3 episodios, y nos muestra un retrato y un análisis de la investigación que se llevó a cabo para resolver el asesinato de la estudiante francesa Amélie Delagrange en 2004 y la posterior persecución del asesino, resultando ser un asesino en serie.
Martin Clunes, conocido por su faceta de cómic, da un giro de 180 grados en esta serie para ponerse en la piel del inspector Colin Sutton, papel que le valió un Bafta y, en mi opinión, de lo más merecido (la serie también ganó el Bafta a la mejor dirección para Marc Evans). El inspector tendrá que enfrentarse a la falta de forenses, de testigos y de pistas para construir un caso aparentemente imposible de resolver. Volviendo al personaje de Sutton, no encontraremos a un inspector carismático y extravagante. Para mí, ésta es una de las grandes virtudes de la serie. Sutton es una persona como cualquier otro. Sí, se desvive por su trabajo, y esto le trae problemas en su esfera personal y familiar, pero más allá de eso es un trabajador público con una misión. Ahora bien, por encima de todo es muy fácil entender qué le mueve y ponernos en su sitio.
La serie sigue las huellas que ya han ido marcando otras obras británicas: colores oscuros, texturas frías y húmedas, personajes distantes pero volcados en lo que hacen… E, incluso podría parecer que no estamos delante de nada nuevo, pero la historia se las arregla para que, a pesar de saber cómo acaba el caso, estemos muy expectantes a lo que debe suceder en todo momento. Y es que la historia que retrata Manhunt es una historia de personajes y por encima de todo, lo bien lubricados deben estar los engranajes de un equipo para que funcione y pueda obtener los resultados que busca.
El caso que se resuelve en esta serie, tal y como hemos comentado, es el de una joven francesa que permitió desenmascarar a un asesino en serie. El caso fue muy relevante en Reino Unido, los medios de comunicación le convirtieron en el tema protagonista de todas las portadas y telediarios y esto hizo que la sociedad se recluyen y se esparcieron campañas para que no se circulara de noche y solos. Este aspecto queda algo diluido en la serie. Podemos ver cómo el inspector transmite ese miedo a su hija en pequeñas escenas, pero no se ve a escala de país, algo que también hubiera sido interesante ver. Sin embargo, con 3 episodios se va directa a barraca y es evidente que debía sintetizarse el relato.
Otro aspecto interesante de la serie es que el asesoramiento lo ha realizado el Sutton real, quien publicó sus memorias en 2018 (sólo un año antes de que saliera la serie). Esto puede apreciarse en la gran tarea que se ha hecho a la hora de construir un guión sin fisuras que permite disfrutar plenamente de una serie que ocurre como si fuera una película.
Veredicto
Gustará en: aquellos que les gusten les true crime, especialmente los británicos.
No gustará a: aquellos que esperen giros de guión constantes.
Pegametro: 8
Nota: 9