El impacto de los fondos Next Generation en la economía real será evidente en los próximos meses. Raül Blancosecretario general del ministerio de Industria, Comercio y Turismo, lo ha asegurado en una mesa redonda telemática organizada por el Colegio de Economistas de Cataluña (CEC). Esto a pesar de un contexto golpeado por la guerra de Ucranialos cuellos de botella en las cadenas de producción y el incremento del precio de las materias primas. Blanco ha intervenido junto con Enric Fernándezeconomista jefe de Caixabank; Xavier Ferrerpresidente de la Comisión de Economía Internacional y UE del (CEC), y Sofía Rodríguezeconomista jefe de Banco Sabadell que ha moderado el encuentro.
Blanco ha asegurado que desde su inicio, el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia ha tenido la vocación de ser mucho más que un programa de reanudación sino también transformacional. El objetivo es conectar con las grandes cadenas de valor completas, y esto se captará en ámbitos como las renovables y el hidrógeno verdeo los cambios en el almacenamiento, pero ha reconocido la complejidad que supone gestionar 70.000 millones en una primera fase y 70.000 en una segunda. «Tenemos una administración preparada para no gastar», ha dicho, pero ha subrayado que pese a todo el ruido que hay, las cosas se están haciendo con voluntad transformadora, poniendo como ejemplo el PIERTE dirigido al coche eléctricoque transformará el sector industrial.
Enric Fernández, de CaixaBank, ha destacado también los aspectos transformacionales del PERTE eléctrico, así como en ámbitos como la microelectrónica y los semiconductores. El economista se ha preguntado sobre la capacidad de implementación del plan por parte tanto de la administración como de las empresas, y el poder de arrastre de estos proyectos. También cuestionó qué parte del fondo llegará a las empresas este 2022. «Muy poco», respondió él mismo, apuntando que será a partir de finales de año cuando se empezará a palpar el impacto de los fondos.
Fernández ha elogiado dos factores nuevos que se han introducido con el plan: la inclusión de los mecanismos de ERTO para facilitar los ajustes de las empresas a shocks que tengan que gestionar en el futuro, y la universalización de la formación profesional dual, «que era necesaria en ese país». El economista de CaixaBank ha reclamado, como aspecto pendiente, afrontar la modernización de las políticas activas de empleoponiendo un mayor foco en formación y acompañamiento de las personas desempleadas y una mejor utilización de datos.
Xavier Ferrer ha reclamado que con los fondos es fundamental que el dinero llegue a las empresas. Destacó la urgencia de incrementar el empleo juvenil, porque la tasa de paro joven se parezca cada vez más a la media europea, y al mismo tiempo se reduzca la desigualdad. Ferrer ha señalado que los fondos fueron una respuesta a la pandemia y ahora deben gestionarse en un escenario agravado por la crisis energética y la guerra. Presidente como es del Consejo Catalán del Movimiento Europeo, ha elogiado los reflejos de la Unión a la hora de responder a la crisis. Se ha quejado de la «falta de interlocución» entre el gobierno español y las comunidades autónomas que se ha delatado en algunos momentos.
Ferrer ha considerado muy positiva la unidad reflejada por los 27 socios miembros de la Unión Europea y por la voluntad de cambio geoestratégico debido a que la UE ha dado un paso adelante por liberarse del vínculo con Rusia. En este sentido, ha señalado elacuerdo entre la UE, Israel y Egipto para hacer llegar gas licuado israelí en Europa, suscrito este mismo martes, lo que también contribuirá a menor dependencia de Rusia. Ha hecho hincapié en la necesidad de que las administraciones públicas se acostumbren a trabajar de una manera diferente a como han hecho hasta ahora.
Blanco ha destacado la actuación de Bruselas, comparándola con la que se produjo con la crisis de 2008. Señaló que el 40 por ciento de los fondos de industria llegarán en los próximos meses y debería reflejarse en las empresas: «Esto debe llegar a la economía real en breve», sostuvo. Ha explicado que los controles serán estrictos y, quizás para dar garantías, ha recordado que desde Europa se fiscalizará la ejecución de los proyectos aprobados.