El cura del Bajo Segre, Pau Fechetadecidió en mayo de 2020, debido a la pandemia, retransmitir fragmentos del evangelio por Internet para llegar a sus feligreses. Comenzó a grabarlos desde sus parroquias (Seròs, Aitona, Massalcoreig y la Granja de Escarp) y después amplió el círculo.
Dos años después, ha llegado a grabar desde un centenar de parroquias de la diócesis de Lleida. Son vídeos de unos 10 minutos que cuelga cada viernes en Youtube y el domingo lo envía para WhatsApp a grupos que tiene de feligreses. «Dije que lo haría mientras fuera necesario llevar mascarilla y parece que ya están a punto de sacarla», recuerda el cura, que celebra que el fin de esta iniciativa coincida con la Cuaresma.
En la diócesis de Lleida hay 125 parroquias y el cura Pau Fecheta ha grabado fragmentos delevangelio desde 96 de ellas, además de desde 8 capillas o ermitas. Una de las últimas, la ermita de la Virgen de Grenyana, en Lleida. «Muchos feligreses me agradecen las grabaciones y muchos me preguntan dónde están algunas de las parroquias porque quieren ir a visitarlas. También me comentan que en aquella parroquia se han casado o que es la de su pueblo y eso me hace muy feliz» , explica.
Fecheta explica que ha grabado fragmentos del evangelio desde casi todas las parroquias de la diócesis de Lleida. Tiene unas 120 grabaciones colgadas en Internet. «He ido a todas donde se hace culto pero me ha faltado alguna del Pont de Suert, por ejemplo, donde ya no se hace misa», dice. De las más pequeñas donde ha grabado, recuerda, hay Perves (Alta Ribagorça) y de las más grandes, la Catedral de Lleida o la parroquia de Les Borges Blanques.
Pau Fecheta ha nacido en Rumanía y lleva nueve años en Lleida. Es cura de las parroquias de Aitona, Seròs, Massalcoreig y la Granja de Escarp, en el Baix Segre. Cuando empezó la pandemia retransmitía las misas de los sábados por la tarde y las del domingo por el Facebook de la parroquia de Aitona, mientras estuvieron cerradas por completo.
Cuando se empezaron a abrir, decidió grabar cada día el evangelio y un comentario en sus parroquias. Después, con las iglesias abiertas al 30%, decidió seguir y hacerlo al menos una vez por semana y ampliarlo a todas las iglesias de la diócesis, incluso cuando se relajaron las restricciones.