Si bien experimentar nervios ante una determinada situación o evento en nuestra vida puede ser algo completamente normal, esta sensación puede en ciertos casos alcanzar niveles propios de una patología.
Estamos hablando de los «trastornos de ansiedad» o los episodios cargados de preocupaciones, miedos, palpitaciones, sudoración excesiva y otros tantos síntomas que sin dudas debemos de combatir en vistas a una mejor calidad de vida.
Si te sientes identificado con esta clase de trastorno de ansiedad, es muy importante que acudas a una serie de estrategias capaces de ayudarte a reducir estas manifestaciones a su nivel más bajo.
Es por esto que en el día de hoy te presentamos una serie de recomendaciones para reducir la ansiedad. Se trata de métodos que puedes aplicar a tu vida cotidiana y que cuentan con una efectividad garantizada al ciento por ciento. ¡Comencemos!
Combatiendo la ansiedad con estas estrategias
Trabaja en tu respiración
Acudir a técnicas de respiración profunda es una de las mejores herramientas para reducir nuestra ansiedad.
Se trata simplemente de mantener un control sobre nuestro diafragma, sentarnos en una posición cómoda y sin encorvarnos, y respirar profundamente por sesiones cortas de no más de cinco minutos.
Puedes intentar esta técnica inhalando aire al tiempo que cuentas hasta 5, luego, sostiene el aire en tus pulmones por unos 5 segundos más. Finalmente, libera el aire de una forma lenta y controlada para iniciar el proceso nuevamente.
Evita las bebidas alcohólicas
Alrededor del alcohol y su relación con la ansiedad giran muchas teorías contradictorias. Y es que muchas personas acostumbradas a sufrir de trastornos de ansiedad acuden al alcohol con una suerte de salvador capaz de brindarles un estado de bienestar y reducir esta sensación invasiva.
Pero lo cierto es que el alcohol es una sustancia que no hará más que potenciar mucho más nuestros niveles de ansiedad, todo debido a su capacidad para mutar los niveles de serotonina en nuestro cerebro.
Dicho esto, recuerda decirle “No” al alcohol en aquellos momentos en que sientes que te desbordas en sensaciones de nervios y ansiedad.
Cuida tu hidratación
Descuidar nuestra hidratación es un factor que puede potenciar los síntomas de la ansiedad de forma increíble.
Ingerir menos de la cantidad de agua recomendada por día – al menos dos litros y medio – puede conllevar estados de deshidratación que se encuentran relacionados muy de cerca con los ataques de ansiedad.
De esta manera, te recomendamos contar con un anotador a mano para registrar de manera minuciosa la cantidad de agua que ingieres día a día.
En poco tiempo notarás un gran cambio en tu estado de ánimo, y la frecuencia de los ataques de ansiedad se reducirá al mínimo.
Practica meditación
Acudir a disciplinas tales como el yoga puede ser una gran idea para trabajar librarte de aquellos pensamientos que puedan estar disparando sensaciones de ansiedad. Y es que las técnicas de respiración empleadas en este tipo de sesiones, junto con las diferentes poses y movimientos corporales, te ayudarán a mantenerte concentrado en el aquí y ahora, al tiempo que todas tus preocupaciones se desvanecen poco a poco.
La meditación es una alternativa que te llevará a reconfigurar tu cabeza, mejorar tu enfoque, elevar tu autoestima, y poco a poco ayudarte a combatir los síntomas de la ansiedad.
Realiza actividad física
Ejercitar tu cuerpo ante una situación de estrés puede funcionar como un gran remedio natural para recuperar el bienestar.
Puedes optar por una de entre un gran abanico de opciones para ejercitarte, incluyendo caminatas, salidas a correr, ciclismo, natación, levantamiento de pesas, o entrenamientos funcionales.
Aumenta el deporte en tu vida, y benefíciate
La idea es simplemente a través del ejercicio incrementar tu actividad cardíaca y producción hormonal, lo cual conllevará marcados beneficios para tu salud en el plano físico y mental.
Hemos presentado una serie de recomendaciones para reducir la ansiedad de forma efectiva y natural.
Recuerda también que, de persistir la sensación de ansiedad, siempre es importante consultar con un médico especialista para optar por otros métodos de acuerdo a tu historial clínico.