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El nuevo filme del director mallorquín Agustí Villaronga fue el más premiado en el Festival de Málaga, el certamen más importante dedicado al cine español. La cinta rodada medio en blanco y negro se llevó la Biznaga de oro a la Mejor Película Española pero también los premios al Mejor Director, Mejor Guión, Mejor Actor por el protagonista Roger Casamajor, Mejor Fotografía por Josep Maria Civit y Blai Tomàs y Mejor Música por Marcus JGR.
También salió premiado de su premiere mundial en el Festival de Cine de Moscú. En resumen, seis reconocimientos que la convierten ya en una de las películas con más opciones de estatuilla tanto en los Gaudí como en los Goya 2022. Esta dura historia está rodada íntegramente en la Mallorca natal del cineasta en agosto del 2020 y también se ha podido ver en el Most y en la Atlántida Film Fest. Después de un largo recorrido por estos y otros festivales se estrenó el 12 de noviembre de 2021 en los cines y este 14 de enero de 2022 llega ya a la platafomra Filmin.
Un naufragio diferente
Basada en hechos reales, con guión y dirección de Agustí Villaronga e inspirada en el capítulo que lleva el mismo título de la novela Océano mar, en la que el escritor italiano Alessandro Baricco pretende entender cómo se enfrenta el alma humana a los conflictos. Así es el nuevo filme del director de Incerta gloria cuyo argumento gira en torno al horror que viven durante días y días 147 hombres confinados en una balsa a la deriva en medio del mar. Este naufragio fue inmortalizado por el pintor francés Théodore Géricault en el famoso lienzo El rai de la Medusa, conservado en el Museo del Louvre. El parecido entre el original y la ficción cinematográfica es evidente.
A la deriva
El proyecto, que nace desde el confinamiento, cambió los planes de su creador, Agustí Villaronga, que inicialmente lo había concebido como una obra de teatro: “En el camino se nos cruzó una pandemia y el mundo de la cultura , como otros muchos, quedó desprotegido. Hubo un momento en que parecía que el mundo iría a la deriva. Nos recordó la balsa de El vientre del mar y nos planteamos muchas dudas. Así nació este proyecto, con la idea de comprendernos un poco más a nosotros frente a las dificultades y tratando de entender un poco más cómo reacciona el ser humano ante los conflictos”.
La película no sólo narra un terrible hecho real ocurrido durante la colonización de Senegal, sino que pone el foco en muchos conflictos actuales, como las tensiones raciales surgidas en Estados Unidos y el abandono que viven muchas personas por la crisis económica a raíz de la Covid-19, y es una referencia inevitable a los movimientos migratorios del Mediterráneo. Todo ello con una arriesgada puesta en escena a caballo entre el teatro, la realidad y un complejo viaje interir de los personajes. Porque si algo manda en el filme son las profundas reflexiones de los protagonistas sobre la condición humana y sus lados oscuros.
Nos situamos en el año 1816. La fragata Alliance, de la marina francesa, embarranca en un banco de arena frente a las costas de Senegal. Dado que los intentos de liberar el casco de la nave resultan inútiles, no queda más remedio que abandonarla. Los botes de salvamento de los que disponen no llegan para acoger a todos los tripulantes, así que se construye una balsa de unos 12 metros de largo por 6 de ancho. En esa embarcación precaria obligan a subir 147 hombres: soldados, marineros, algún pasajero y varios oficiales. El plan de evacuación de la nave prevé que los botes remolcarán la balsa hasta la costa.
El pánico y la confusión se apoderan del convoy. Por cobardía o por ineptitud, los bots pierden el contacto con la balsa. La soga que la arrastra se rompe, o alguien la corta. Lo abandonan a su suerte. La corriente la arrastra y desaparece en el horizonte. Un horror que duró días y días. Un escenario en el que se mostraron la peor de las crueldades y la más dulce de las piedades. Uno de los principales escenarios de la historia es el Sindicato de Felanitx, donde se rodaron los protagonistas que representan dos puntos de vista opuestos a la hora de enfrentarse al naufragio: un oficial y un marinero, interpretados por los actores Roger Casamajor y Oscar Kapoya. La actriz mallorquina Muminu Diallo juega el papel de Therèse.
El vientre del mar es una producción de Testamento y La Periférica Producciones con la coproducción de Turkana Films, Link-up Barcelona y Bastera Films, la participación de TV3 e IB3, el apoyo del ICEC (Instituto Catalán de las Empresas Culturales), la financiación del ICAA (Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales) y el patrocinio de la Fundación Mallorca Turisme y la Mallorca Film Commission. La plataforma catalana Filmin es la empresa encargada de su distribución.
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