Seis municipios del Vallès Oriental (Vilanova del Vallès, Santa María de Martorelles, Martorelles, Vallromanes y Sant Fost de Campsentelles) y siete del Maresme (Teià, Cabrils, Alella, Cabrera, Tiana, Vilassar de Dalt y Òrrius) han suscrito un comunicado conjunto en el que piden a la Generalitat que los incluya en la lista de poblaciones donde se aplica el toque de queda para evitar botellones.
Los Ayuntamientos dicen que el hecho de estar rodeados por municipios de más de 10.000 habitantes donde sí se aplica esta restricción nocturnapuede generar un efecto llamada que atraiga a gran cantidad de personas que quieran hacer celebraciones multitudinarias al aire libre». Y recuerdan que el anexo 1 de la resolución SLT/3787/2021 por la que se establecen las medidas en materia de salud pública para contener la sexta oleada de la pandemia ya prevé aplicar el toque de queda en municipios isla entre poblaciones afectadas.
Los alcaldes y alcaldesas firmantes fundamentan su preocupación en «la experiencia acumulada en los últimos veinte meses de pandemia, y más teniendo en cuenta que el ocio nocturno está cerrado».
Alertan de que los botellones tienen el riesgo de contagio comunitario, además ruido, molestias a los vecinos y suciedad.
En el mismo comunicado, los consistorios ya avanzan que la Generalitat no se lo concederá la petición: «El Gobierno apunta que la resolución aprobada por el Tribunal Superior de Justicia sobre el toque de queda se basa en criterios objetivos y no se puede interpretar como una medida generalizada, y por eso no puede extenderla».
Alternativamente, los ayuntamientos piden que «se garantice un dispositivo extraordinario y específico de Mossos d’Esquadra en nuestras poblaciones que se responsabilice de garantizar la seguridad ciudadana».