Tal día como hoy hace 15 años, en la noche de un 3 de mayo del 2007, se producía una de las desapariciones más mediáticas de los últimos tiempos. Madeleine McCannuna niña de cuatro años de Leicester, desaparecía en un apartamento en Praia da Luzun complejo turístico cerca de la ciudad portuguesa delAlgarve. Sus padres Kate y Gerry la habían dejado durmiendo con sus hermanos mientras ellos fueron a cenar. Es el último momento en el que la vieron en vida.
El hecho provocó una curva mediática de dimensiones mundiales. Durante los días y meses posteriores a la desaparición, no era raro ver por las calles de las principales ciudades del mundo o por Internet y las redes sociales imágenes de la niña. Desde entonces, el caso ha ido perdiendo interés, en parte por el paso del tiempo, pero también por la falta de pistas y certezas sobre qué ocurrió esa noche de hace 15 años en Portugal.
El primer foco de la investigación fue la responsabilidad -directa o indirecta, voluntaria o involuntaria- de los padres. Una prueba deADN hecha al Reino Unido y malinterpretada en Portugal, hizo que los progenitores de la niña fueran considerados sospechosos formales, pero finalmente la fiscalía del país archivó el caso por falta de pruebas. A partir de entonces, la investigación se centra ya en un tercer actor que podría haber cometido un error en un intento de robo o de secuestro que hubiera puesto fin a la vida de la niña.
El complejo turístico donde desapareció Madeleine McCann Foto: Wikipedia
Más allá de avistamientos con más ganas que realidad, y de teorías inventadas o conspiranoicas, durante esta década y media las investigaciones se han centrado en varios personajes sin demasiado resultado. Primero fue Robert Murat, un ciudadano británico que vivía en un apartamento cercano al sitio de los hechos. Ninguna prueba. En los años posteriores se ha puesto la lupa sobre diferentes personas con historial por pedofilia, pero de nuevo sin ningún indicio concreto que permita involucrarlos en la desaparición.
El caso estaba estancado pero en 2020 entró en una nueva dimensión. La Fiscalía de la ciudad alemana de Brunschwig abrió una investigación sobre Christian Brueckner, un hombre de 43 años actualmente encarcelado por varios delitos, entre ellos abusos de menores. Y algo aún más importante: entre los motivos de su encarcelamiento está la violación de una mujer en Praia da Luz, allí donde desapareció Madeleine.
Las «pruebas concretas» que asegura tener el fiscal del caso han llevado finalmente el pasado mes de marzo a inculpar a Brueckner como sospechoso de la desaparición de la niña, en una investigación cooperada entre Portugal y Alemania. El hombre vivió en Algarve entre 1995 y 2007 y parece que las pistas que tienen los investigadores apuntan incluso al lugar donde habría matado a la menor. Todo ello se mantiene bajo secreto de sumario y, si no se estanca como en el caso de otros sospechosos, debería servir para, 15 años después, poner claridad a una de las desapariciones más misteriosas, a la par que más mediáticas, de la historia reciente.