Telefónica ha cerrado un pacto con los sindicatos para impulsar un plan de bajas voluntarias en la empresa. Casi 2.700 trabajadores se irán de la compañía a través de estas bajas de carácter voluntario. Esto supondría un coste de 1.500 millones de euros, una cifra que se contabilizaría en los resultados de este último cuarto trimestre.
La compañía calcula que el ahorro directo derivado del plan se situará por encima de los 230 millones de euros anuales a partir de 2023 y que el impacto en la generación de caja será positivo a partir de 2022. Según detalló Telefónica, la salida de los empleados se producirá en el primer trimestre de 2022.
En el plan se podrán adherir los trabajadores que cumplan 55 años o más en 2022 y que tengan una antigüedad superior a los 15 años. Éstos recibirán un 68% del sueldo regulador, que cobrarán hasta la jubilación, y podrán compaginar esta prestación con otras actividades laborales, siempre que no supongan competencia para Telefónica.
Según ha explicado Comisiones Obreras, la empresa ha establecido áreas «críticas» donde la salida estará limitada al 38% de la plantilla. En otros menos interesantes para la firma, por la evolución del sector tecnológico u otras causas, el límite se ha establecido en el 75%.