A la hora de la siesta, por las noches y el fin de semana. Son las franjas en las que las teleoperadoras como Orange, Telefónica, MásMóvil y Vodafone se han comprometido a no llamar a sus clientes. Así, si recibe una llamada de una de estas compañías de 15 a 16h, de 21h a 9h, o en sábado y domingo, la compañía estará vulnerando el acuerdo.
La nueva norma ya está vigente, desde el 1 de enero, y cada seis meses, las cuatro operadoras más grandes del Estado se reunirán para controlar que el código se cumple e incluso ampliarlo y/o renovarlo.
Otro de los acuerdos alcanzados es el de llamar, a lo sumo, tres veces al mes al mismo cliente. Además, si la persona que recibe la llamada rechaza eloferta de la compañía, no podrán ofrecer más hasta tres meses después. El potencial cliente deberá poder conocer el número que el llama, la marca que le contacta y la base de datos con la que se ha conseguido su nombre y número. Las operadoras también están obligadas a compartir un teléfono dónde obtener información, realizar gestiones comerciales o reclamar.
Otro de los códigos de conducta que las operadoras tendrán que respetar es la Lista Robinson, un archivo de consumidores, donde todo el mundo se puede inscribir de forma gratuita, para no recibir llamadas no deseadas. Teniendo en cuenta que hasta ahora había empresas que no respetaban la lista, ahora se incrementan las garantías para respetar la voluntad de la ciudadanía.
Una de las novedades más destacadas de la nueva normativa es la implementación obligatoria de un procedimiento ágil para resolver las reclamaciones contra prácticas que vulneren todos estos acuerdos. En este sentido, las operadoras se han comprometido a colaborar y denunciar prácticas fraudulentas. En la misma dirección, tendrán que dar de baja los servicios que contratados en contactos entre empresa y cliente que incumplan el código, siempre y cuando ya se haya pasado una factura y la interrupción del servicio no repercuta económicamente en el usuario
Por último, se harán auditorías para controlar que los distribuidores y plataformas de llamadas no utilizan medios desleales o engañosos con la competencia. Las compañías tampoco podrán buscar respuestas de los consumidores que puedan interpretarse como una aceptación a cambiar deoperadora oa contratar un servicio con coste económico adicional.