El excomisario José Manuel Villarejo ha insistido este miércoles en la idea de que el CNI estaba vinculado a atentados del 17-A de 2017 a Barcelona y en Cambrils. En declaraciones al periodista Quico Sallés en el programa El Matí de Catalunya Ràdio, Villarejo ha remarcado que la inteligencia española tenía intención de generar «necesidad de protección» por parte del Estado. Las instituciones de seguridad españolas, en ese sentido, provocan «comandos ficticios», aunque no con la intención de «provocar un atentado». Las palabras del excomisario han saqueado profundamente el tablero político y se reúnen las peticiones para investigar los vínculos entre el Estado y los atentados. Villarejo también ha denunciado que no se le deja tener acceso a los archivos en los que asegura tener las «pruebas» de todos los hechos que ha ido desgranando en los últimos días.
«Estuve trabajando con el CNI hasta el día de mi detención. Trabajé con ellos para intentar arreglar el lío del famoso atentado del imán de Ripoll, que fue un grave error del señor Sanz Roldán, que calculó mal las consecuencias de darle un pequeño susto a Catalunya». De forma inesperada y prácticamente de paso, el excomisario Villarejo soltó ayer en elAudiencia Nacional esta afirmación, que sitúa al CNI y quien fue director, Félix Sanz Roldán, detrás de los atentados de Barcelona y Cambrils del 17 de agosto de 2017. Villarejo no ha acreditado con pruebas estas afirmaciones, pero hasta ahora tampoco ha habido una voluntad real -ni política ni judicial- de esclarecer todos los enigmas que todavía sobrevuelan los atentados.
Por ahora, no está demostrado que el CNI impulsara o promoviera el atentado para hacer un «pequeño susto» en Catalunya, como dice Villarejo. No hay ninguna investigación judicial, política –no ha habido interés en hacerla– o periodística que lo acredite hasta el extremo que plantea el comisario jubilado. El CNI no desclasificará la información sobre los hechos, elimán de Ripoll murió en Alcanar en las horas previas al atentado y los principales miembros de la célula fueron abatidos por los Mossos. La Audiencia Nacional, que condenó a tres de los terroristas apenas de hasta 53 años de cárcel, bloqueó cualquier intento de las acusaciones de ir al fondo de los hechos y los grandes partidos españoles han vetado cualquier investigación en el Congreso. Aún hay muchas preguntas que no tienen una respuesta clara y las palabras de Villarejo refuerzan de nuevo todas las teorías y argumentos que huyen de la verdad oficial que dictó la justicia española.
En los tribunales, el juicio del 17-A dejó de lado aquellos aspectos más espinosos, como la relación del CNI con Abdelbaki Se Satty o el papel del Estado en los atentados. El magistrado Alfonso Guevara se encargó de parar los pies a los abogados de las víctimas y en su sentencia, de más de 1.000 páginas, se evita cualquier referencia a algunos de los puntos más oscuros. Uno de los abogados en la causa, Jaume Alonso Cuevillas, siempre ha dicho que no se ha querido saber toda la verdad de esos hechos. «En todos los recursos que presentamos pedían líneas de investigación sobre la relación del CNI con Es Satty, pero todas se rechazaron. Tocamos hierro», apunta Cuevillas en declaraciones a NaciónDigital. Por ahora, existe una sentencia en primera instancia pendiente de recurso, y no se descarta abrir frentes internacionales.